Sin duda un factor clave en las ciudades es el transporte público, medio a través del cual se mueven millones de usuarios diariamente. Por esta razón, los gobiernos destinan una importante parte del presupuesto para invertir en este rubro. Como en todo proyecto de infraestructura, es necesario empezar con una sólida fase de planeación, esto implica contar con la asesoría técnica, financiera y legal de expertos en este tema.
El modelo de autobuses de tránsito rápido (BRT, Bus Rapid Transit) es la opción que en los últimos años están contemplando e implementando distintas ciudades alrededor del mundo, entre ellas se encuentra la Ciudad de México, así como otras ciudades del país notables por su densidad geográfica como: Monterrey, Chihuahua, Guadalajara, Guanajuato.
Javier Koloffon, Director de Asesoría en Infraestructura y Financiamiento de Deloitte México, afirma que existe una necesidad de organizar y reordenar el transporte masivo en las ciudades medias tiene su origen en el hecho de desincentivar el uso de los medios de transporte individuales, sin desembolsar un fuerte gasto público como el que representaría una obra del metro, tranvía o tren suburbano. De modo que el sistema BRT brinda ventajas nada despreciables para atender este tema.
Desde el punto de vista de la sustentabilidad, se trata de modelos que tienen varios beneficios, entre los que destacan el uso de energías verdes que emiten menor emisión de gases contaminantes y ruido; esto es porque cuentan con carriles confinados que favorecen la utilización eficiente de las calles y avenidas, lo que se traduce en un menor número de paradas, altos abruptos y accidentes. Además, los autobuses usados para estos fines cuentan con motores, en algunos casos híbridos, que los hacen más eficientes y menos estridentes.
Considerando la perspectiva de los usuarios también hay beneficios. Las bondades de este medio de transporte son perceptibles fácilmente: menor tiempo de recorrido, mejor programación de los traslados, pago de una tarifa única que puede ser intermodal o bien por medio de una tarjeta inteligente, que evita cargar el costo del viaje en efectivo.
Otro rubro que se ve favorecido con obras de esta naturaleza es el económico. Se trata de una fuente de empleos, que considera la contratación de asesores para la etapa de estudios previos y planeación, y finalmente, los puestos que contempla la fase de construcción de los carriles exclusivos y paraderos o estaciones.
Por el tamaño de inversión requerida -debajo de los $100 millones de dólares- estos proyectos son susceptibles de ser financiados mediante esquemas de Asociación Público Privada (APP), e incluso en algunos casos por bancos privados y arrendadoras del equipo rodante.
Bajo la modalidad de APP, la iniciativa privada generalmente se encarga de la construcción, disponibilidad de las vías confinadas, estaciones y garajes a cambio de un pago por parte de las autoridades. En lo que se refiere al equipo de transporte, en la mayoría de los casos es concesionado a los transportistas originales de la o las rutas contempladas en el recorrido a abarcar por el proyecto, sólo que utilizando autobuses con la tecnología requerida para conseguir los objetivos de mejoras ambientales, económicas y sociales.
El Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN) es el principal promotor de estos proyectos, a través de su iniciativa de impulso al transporte urbano público, según lo contempla el Programa de Apoyo al Transporte (PROTRAM) disponible para todas las ciudades en México.
Koloffon señala que “es preponderante que los proyectos de infraestructura, como éstos, que involucran a varios actores, comiencen con una planeación adecuada, lo cual se traduce en que se contemple una asesoría de expertos involucrados en el tema, como lo contemplan los esquemas de Asociación Público Privada. Además, se deben tener claramente identificadas las fuentes de ingresos, así como su predictibilidad y sustentabilidad.
Tiene un peso importante la etapa de selección de los participantes en los trabajos de esta naturaleza, dado que entre los puntos clave para conseguir resultados exitosos se encuentra el contar con un líder del lado de las autoridades y un project manager por parte de los asesores. Estos dos actores tendrán, entre otras funciones, que acordar los requerimientos de los marcos técnico, legal y económico con los funcionarios del sector, que en este caso son la Secretaría de Transportes y Comunicaciones (SCT) y las entidades que suelen dar apoyos económicos como son el FONADIN y la SHCP.
“Incluso, si el proyecto tiene una adecuada planeación y evaluación financiera puede ser susceptible de ser apoyado por organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, Banco Norteamericano de Desarrollo (NADB) y también de ser promocionado entre fondos privados de capital de riesgo, muchos de los cuales tienen la atención puesta en proyectos verdes.
Agencias
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