La desaceleración económica y el aumento de la desigualdad social y la pobreza, se combinan con la crisis energética y el cambio climático, lo que coloca al país en el umbral del hambre, que afecta ya a más de mil millones de personas en el orbe, de acuerdo con el documento presentado en el seno del XXXI Seminario de Economía Agrícola. Desarrollo rural integral en México ante la crisis civilizatoria.
En el foro, Verónica Villarespe Reyes, directora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), subrayó que el objetivo del seminario fue analizar la problemática rural en México, a partir de un enfoque integral que la explique en sus dimensiones económica, agroalimentaria, energética y ambiental, a fin de formular propuestas factibles en el mediano y largo plazos.
Las sugerencias derivadas de los trabajos contribuirán a la solución de los problemas que han afectado al campo mexicano desde la década de los ochenta, añadió en el auditorio Ricardo Torres Gaitán del IIEc.
A su vez, Sophie Ávila Foucat, de la Unidad de Investigación Economía del Sector Primario del Instituto, destacó la relevancia de generar iniciativas para el desarrollo integral de México frente a la crisis económica, financiera, ambiental y del tejido social en nuestro país.
El hambre, flagelo que la modernidad prometió desterrar en el siglo XXI, arremete de nuevo en el orbe. Mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a los alimentos que requieren y la cifra se incrementa día a día, advirtió, por su parte, Armando Bartra, de la Universidad Autónoma Metropolitana.
En conferencia magistral, señaló que en esta carencia se expresan un problema de codicia desmedida y mala distribución, además de una escasez tendencial, que propicia la especulación.
La emergencia resultante del cambio climático, provocado por la industrialización y urbanización, amenaza con asolar al mundo entero. La escasez no es sólo de alimentos, sino de otros elementos básicos como agua potable, tierra cultivable, recursos pesqueros, energéticos, vivienda y medicamentos, entre otros.
“Al alba del tercer milenio hemos amanecido con un estrangulamiento alimentario global. No puede soslayarse que la demanda alcanzó a la oferta disponible, de modo que estamos ante una potencial crisis de escasez”, señaló.
Objetivos del milenio
La crisis alimentaria del 2008 incidió en el primer objetivo del milenio, que plantea reducir el número de personas con desnutrición en el mundo a la mitad, respecto a los niveles de 1990, para el 2015, “ha dado muy duro, sobre todo Asia y África”, señaló Nuria Urquía Fernández, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en México.
En la mesa Evolución del concepto de desarrollo rural integral en el marco de la crisis civilizatoria, dijo que el mundo está en una situación que afecta diferentes aspectos del desarrollo humano. Vivimos una crisis financiera y económica sin precedentes, por sus impactos y falta de perspectivas.
Estamos enfrentados a una escasez energética, falta de alimentos, y agotamiento de los recursos naturales, efectos del cambio climático, y a una crisis social, derivada de la pobreza.
Premio Ernest Feder 2011
Por el desarrollo de líneas de investigación inéditas, que abordan el diagnóstico del último decenio y las perspectivas de la economía agrícola, ganadera o forestal en México, Luis Gómez Oliver y Jorge Franco López obtuvieron el segundo y tercer lugar, respectivamente, en el Premio Anual Dr. Ernest Feder 2011, convocado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).
La distinción, entregada en la clausura del Seminario, reconoció los ensayos Visión del desarrollo rural en México en el siglo XXI: limitantes estratégicas y opciones de política y La administración del gasto público agropecuario 2002-2011, respectivamente.
Redacción
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