En el marco de la conferencia “Panorama de la sustentabilidad y cambio climático”, organizada por Deloitte México, los empresarios mexicanos se muestran proactivos ante el anuncio de la creación de Índice de Sustentabilidad de la Bolsa Mexicana de Valores.
Al respecto, Javier Romero, líder de Sustentabilidad y Cambio Climático de Deloitte México, señaló que es sumamente positivo para nuestro país, toda vez que están preparando el camino para que las organizaciones mexicanas cumplan con los nuevos requisitos que exige una visión de negocios global, con enfoque sustentable.
Romero explicó ante altos líderes de la cúpula empresarial de México que el país está listo para asumir mayores compromisos en materia de sustentabilidad y que ahora mismo se abre una ventana de oportunidad para incorporar prácticas que ayuden a las empresas públicas a acceder a los índices que favorecen el enfoque de sustentabilidad.
“Actualmente, en nuestro país existen grandes oportunidades en cuanto a energías sustentables se refiere, tal como los parques eólicos que se encuentran en Oaxaca, o bien, la incorporación de prácticas de co-generación, donde se utiliza eficientemente la energía eléctrica generada in-situ, pero también la energía térmica residual del proceso de generación, para los procesos industriales; tan solo en 2010, se aprobaron 29 permisos de este tipo”, aseguró el socio de la firma.
Estás opciones en el uso de energía facilitarían a las empresas nacionales el poder cumplir con los requisitos que demandan los índices de sustentabilidad globales. Esto puede dar acceso a las empresas mexicanas a capitales reservados a empresas sustentables, donde se estima que a nivel mundial están indizados más de 3 trillones de dólares, indicó en conferencia el experto.
En cuanto al Índice de Sustentabilidad de Bolsa Mexicana de Valores, que se ha anunciado para el 6 de junio del presente año, Romero resaltó el interés que está mostrando el sector empresarial del país y la necesidad de preparación para formar parte de él, ya que en primera instancia, se requerirá a los entes públicos interesados un reporte de sus actividades en los rubros de medio ambiente, responsabilidad social y gobierno corporativo, lo que hace necesario empezar a familiarizarse con los formatos de informes internacionales como el Carbon Disclosure Project, Global Reporting Initiative (GRI) y el Pacto Mundial (Global Compact).
Ante esta necesidad, Deloitte, en conjunto con la ONU, creó un programa de entrenamiento de empresas para lograr su fácil y correcta adhesión al Pacto Mundial (Global Compact), el cual se ha impartido en varios cursos a nivel mundial. “En México, comenzaremos a impartir estos cursos a finales de mayo del presente año, para que las empresas de nuestro país puedan comprender la metodología para crear estos reportes y adoptar la nueva visión de negocios que integre el desarrollo sustentable” declaró Romero.
Por su parte, Johanne Gélinas, Socia y líder de Sustentabilidad en Deloitte Canadá, quien trabajó como Comisionada del Medio Ambiente y Cambio Climático para el gobierno de Canadá del 2000-2006, explicó en conferencia que la llegada inminente de un modelo global de desarrollo sustentable deriva de una serie de factores que ponen en riesgo la estabilidad económica y social de las organizaciones, y que se han vuelto críticos durante los últimos años, tal como el crecimiento poblacional, la demanda energética, el cambio climático y la escasez de los recursos.
Sumado a esto, la especialista mencionó a los empresarios mexicanos que la sustentabilidad ya no es una opción, sino un imperativo de negocios. Entre los principales impulsores detrás de este cambio se encuentran los siguientes:
• Un fuerte activismo de grupos de interés y mayor presión por parte de inversionistas para lograr un incremento en la transparencia y comunicación con respecto a las prácticas sustentables.
• Incremento en la legislación y observación, lo que ha llevado a la necesidad de hacer reportes y ha convertido en un tema importante la auditoría de la sustentabilidad.
• Consumidores informados en búsqueda de opciones “verdes”, lo que se traduce en una muy buena opción de campaña de posicionamiento de marca.
• Mercados de insumos y energéticos sumamente cambiantes y precios con franca tendencia a la alza; adoptar estrategias sustentables de optimización de recursos, reducción y reutilización de desechos y eficiencia energética, se traduce en una clara ventaja competitiva para la empresa.
Ante este panorama, la especialista canadiense enfatizó la importancia de anticiparse a las futuras exigencias, y no sólo reaccionar ante el tema, mediante un plan estratégico, vinculado a las aspiraciones de las organizaciones, tomando en cuenta los riesgos y oportunidades de la sustentabilidad, y que esta planeación permita a las organizaciones pasar de una etapa de “seguidor”, que entiende y cumple las regulaciones, a la de “innovador”, que obtiene una ventaja competitiva a través de las prácticas sustentables.
De esta forma, continuó la experta, hay cuatro etapas claves en la administración estratégica de la sustentabilidad, que dependen del involucramiento de varios departamentos de la empresa, así como de la combinación de factores internos y externos, y en buena medida, en la gestión que adopte los Consejos de Administración de las empresas.
Los pasos a seguir son: Analizar, Planear, Ejecutar y Reportar.
Esta última etapa, la del reporte, es hasta ahora una práctica voluntaria: en el 2009 se publicaron más de 4160 reportes de GRI a nivel global; a este respecto, se mencionó que nuestro país tiene 35 empresas que ya presentan este tipo de informe. La mayor relevancia de GRI es el perfil que muestra de la empresa, la estrategia de la dirección para atender temas de responsabilidad social, medio ambiente y gobierno, así como indicadores de desempeño, por lo que este debería ser el reporte estándar en el que deberían basar su preparación las empresas mexicanas. La experta enfatizó fuertemente la importancia de evitar la generación de reportes, sin antes tener una estrategia clara para adoptar un modelo sustentable.
Finalmente, se resaltó que, según informes oficiales, aunque México sólo aporta el 1.5 por ciento de los gases de efecto invernadero (GEI) del planeta, el país se ha comprometido a reducir su emisión de estos contaminantes a un 50 por ciento para el año 2050, por lo que en los próximos años veremos mayores exigencias y leyes a este respecto, no sólo para los sectores de gran impacto ambiental, como puede ser la industria manufacturera o de consumo, sino para otros aparentemente no problemáticos, como las industrias de servicios, en aspectos como consumo de energía y recursos humanos.
Redacción
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