El “coffee badging” ha emergido como una tendencia significativa en el panorama laboral actual, especialmente en empresas que han adoptado modelos híbridos o que han vuelto parcialmente al trabajo presencial. Esta práctica consiste en que los empleados asisten a la oficina solo para marcar su presencia, tomar un café, socializar brevemente y luego regresar a casa para continuar con sus actividades laborales.
Recientes estudios indican que hasta el 58% de los colaboradores a nivel global admiten practicar el coffee badging. Este comportamiento se ha visto impulsado por factores como la falta de modalidades híbridas, el deseo de evitar ambientes laborales tóxicos, el tráfico, la distancia y la búsqueda de un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Para Ivonne López, Brand & Communications Manager de Pandapé, “más allá de establecer medidas restrictivas ante esta tendencia, como está ocurriendo en algunos casos, las organizaciones deben transformar su cultura, adoptando nuevas estrategias de gestión del talento que prioricen la satisfacción laboral. Esto se traduce en bienestar y productividad”.
La flexibilidad como prioridad
Antes de la aparición del coffee badging, las organizaciones ya reconocían la necesidad de ajustar sus horarios y presencia en la oficina para satisfacer las nuevas demandas de los empleados. En 2024, la fidelización del talento se ha convertido en una prioridad empresarial, ya que cada vez más trabajadores consideran cambiar de empleo si no están satisfechos. De acuerdo con el informe “Market Research 2024” de Pandapé, la búsqueda del equilibrio entre la vida personal y laboral, la flexibilidad y la empatía en el lugar de trabajo son las principales motivaciones para que los equipos permanezcan en una organización, lo que impacta directamente en la productividad.
Abordar el coffee badging con una estrategia efectiva
En este contexto, es fundamental que las organizaciones implementen políticas de trabajo flexibles y claras que permitan a los colaboradores trabajar de la manera que mejor se adapte a su productividad y bienestar. Según Ivonne López, esto puede incluir la oficialización de horarios flexibles y la oferta de opciones para aquellos que se desempeñan mejor en un entorno completamente remoto, manteniendo su satisfacción, al tiempo que se adapta a las necesidades de quienes prefieren un entorno de oficina.
Los profesionales de recursos humanos deben medir constantemente el grado de satisfacción y el nivel de compromiso de los empleados, así como identificar y monitorear los indicadores clave que impactan el bienestar integral, como la flexibilidad de horarios, el tiempo de conexión y los modelos híbridos, sin perder de vista la efectividad de la comunicación.
Otras prácticas recomendadas para abordar el coffee badging de manera estratégica incluyen la optimización de actividades presenciales, el respeto por el tiempo de los trabajadores, el uso eficiente de herramientas como la nube y las tecnologías remotas, la mejora del clima laboral a través de la colaboración y la priorización de la productividad sobre la asistencia “forzada”.
“Se trata de darle la vuelta a la tortilla y convertir este reto en una oportunidad para impulsar cambios sustanciales en la gestión del talento. Hoy más que nunca, las organizaciones deben ver en la cultura un activo clave para cohesionar y, lo más importante, para generar proximidad y conexión emocional con su talento humano”, concluyó Ivonne López.
Reflexión final
El coffee badging, más que una simple tendencia, es un síntoma de la evolución del entorno laboral y de las expectativas cambiantes de los empleados. Las empresas que deseen mantenerse competitivas deben adoptar enfoques innovadores y flexibles para gestionar su talento, enfocándose en la satisfacción y el bienestar de sus equipos. De esta manera, podrán transformar los desafíos en oportunidades para fortalecer su cultura organizacional y fomentar un entorno laboral más productivo y armonioso.
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