Cómo tener una cultura de excelencia

Excellence Concept, Quality Service

La cultura de excelencia, implica que cada uno de nosotros demos lo mejor que tenemos para realizar cualquier actividad, y no sólo nos referimos al área empresarial. La verdad de las cosas es que si imprimimos amor en lo que hacemos, daremos con agrado todo lo que tenemos a nuestro alcance; el atender bien a un cliente, el servir un café caliente, o estar con una sonrisa en la cara, siempre será gratificante no sólo para la persona a la cual le brindamos esta situación, sino que de un modo u otro fortalecerá nuestro trabajo cotidiano, ya que haremos de nuestro día algo significativo que impactará en la energía de nuestro diario vivir.

“Reza el dicho, si vas a hacer las cosas hazlas bien…”

La noción de excelencia, por lo tanto, se relaciona a la idea de perfección y a las características sobresalientes. El término señala aquello que está por encima del resto y que posee escasos puntos débiles.

En el caso de los seres humanos, la excelencia hace mención a alguna capacidad o habilidad fuera de lo común o a un talento difícil de igualar. Y no estamos hablando de competir con nadie en particular, a lo que el término excelencia se refiere es a que te conviertas “en lo mejor de lo que eres capaz de convertirte”.

Abraham Maslow nos lleva en su  teoría a la reflexión sobre la autorrealización; hace mención que las personas que se entregan al máximo y dan lo mejor de sí mismos, se sienten completos con su vida y sus relaciones.

Necesitamos recordar que cada encuentro es único, y también cada momento es una oportunidad para crecer, aprender y desarrollarnos; por lo tanto, el dar lo mejor que poseemos, nos hará ricos en capacidades, habilidades y sobre todo nos impulsará a seguir con ese ímpetu de calidad.

John Tschohl, reconocido como el principal experto mundial en servicio, asegura que lograr que los clientes regresen una y otra vez (y no se vayan con la competencia) es el talento gerencial más codiciado del mundo. Este autor nos comparte estos TIPS

  1. Escucha con cuidado e interés lo que el cliente tiene que decir. Ponte en sus zapatos.
  2. Ofrece respuestas que demuestren que te importa su inquietud y que lo estás escuchando.
  3. Haz preguntas de una manera preocupada y escucha activamente las respuestas del cliente.
  4. Sugiere una o más alternativas para responder a sus preocupaciones.
  5. Ofrece disculpas sin echarle la culpa a nadie.
  6. Resuelve el problema o encuentra a alguien que lo pueda hacer.

Mtra. Mónica R. Morales Rodríguez

www.monicamoralesterapeuta.com

www.monicamoralesrodriguez.blogspot.com

twitter: @terapia_morales

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