De acuerdo con el estudio global “Director 360°”, elaborado por Deloitte, existe la evidencia práctica de que los consejos de administración con alto desempeño se sobreponen mejor y más fácilmente a las situaciones críticas, que aquellos que se empeñan en cumplir únicamente con sus responsabilidades básicas de supervisión.
Para los consejeros de las compañías mexicanas tanto privadas como públicas, la crisis financiera fue un importante aprendizaje respecto a la atención que debe prestarse a los niveles de efectividad del consejo de administración en una empresa.
El reporte que contempla la perspectiva de consejeros de 12 países alrededor del mundo, entre los que se encuentra México, señala que temas como la participación del consejo en el establecimiento y desarrollo de la estrategia; la forma en que los consejos de administración brindan una supervisión en las tareas del riesgo, así como la efectividad del consejo mismo, y su papel y su relación con la administración, deben ser prioritarios para toda organización.
Es importante considerar que en México el consejo aún no juega un papel determinante en el establecimiento del apetito al riesgo de la organización, lo cual en opinión del 37% de los encuestados, representa un tema por considerar.
“Si bien el ambiente económico ha puesto a prueba las capacidades de los consejeros en las empresas, también ha sido un indicador de la labor que pueden realizar en este aspecto. El reto sigue siendo crear estructuras eficientes con roles y responsabilidades claros, tanto para los miembros del consejo como para los consejeros independientes, considerando el alcance de sus decisiones, sobre todo en los riesgos que se tomarán de forma consensada”, indicó Daniel Aguiñaga, Socio de Gobierno Corporativo de Deloitte México.
De igual forma, el análisis menciona que aunque la estrategia es generalmente establecida por la administración de la empresa, la revisión del consejo y la supervisión de ésta son menos formales de lo que podría pensarse. Los consejeros entrevistados indicaron ver a la estrategia como un proceso anual y no como algo continuo.
Otro de los tópicos que destaca el estudio es la supervisión del riesgo. Hoy por hoy, los consejeros están prestando mucha más atención a la administración de este importante elemento. Es de destacar que existe una comprensión en muchos casos de que la primera línea de defensa contra el riesgo es el negocio mismo, los administradores deben realizar el proceso de identificación y mitigación de dicho factor.
A nivel global, el 83% de los entrevistados mencionan que su consejo tiene una clara comprensión de la naturaleza y el impacto potencial de los riesgos de negocio. Sin embargo, para el caso de México, un 37% indicó que desconoce o parece no considerar en su real dimensión la atención a los riesgos de su negocio y sus impactos en los objetivos estratégicos de la organización. Adicionalmente, para casi la mitad de los encuestados las estructuras y políticas para la administración integral de los riesgos es inadecuada, lo cual representa un importante factor de riesgo en el cumplimiento de los objetivos estratégicos de las organizaciones.
El estudio también enfatiza el tema de la regulación como una de las principales preocupaciones de los consejeros. “La regulación se traduce no sólo en la discusión del consejo sobre el impacto en la estrategia y el crecimiento, sino que los cambios regulatorios frecuentemente representan modificaciones a los programas de cumplimiento, en los cuales los consejos y los comités de auditoría deben invertir tiempo para supervisar”, agregó el experto.
“Es importante valorar que hoy en día los consejos están trabajando con la administración para impulsar la cultura corporativa y supervisar activamente las estrategias de administración de talento a lo largo de la compañía. No obstante, en México se debe reparar en el hecho de que un 47% manifiesta una posición neutral respecto a las directrices estratégicas que deben seguirse en la organización”, indicó Aguiñaga de Deloitte México.
Otro dato significativo que revela el estudio es la separación de los roles de Presidente del Consejo y Director General, el cual aún y cuando está siendo ocupado en fuerte medida por la misma persona, debe ser diferenciado para que las funciones estén definidas adecuadamente y se atiendan las responsabilidades que una y otra posición conlleva.
De manera global pero particularmente en México, también se observa la oportunidad para seguir trabajando en las políticas de compensación ejecutiva, ya que un 48% de los participantes en el estudio, indicaron que no existe un balance apropiado entre el desempeño y el valor agregado que se observa por parte de consejeros y altos ejecutivos versus el crecimiento de las organizaciones.
Finalmente, el plan de sucesión continúa como un tema relegado en la agenda de los consejos, representando particularmente un alto riesgo para las empresas mexicanas. A nivel global el 46% de los consejeros creen que su organización tiene un plan de sucesión efectivo para cubrir los puestos de director general y alta dirección. En México un 69% señala su falta de atención en el tema, lo cual representa una desventaja con relación a los puntos que ya están siendo atendidos por las organizaciones.
De igual forma, se reconoce que el tema en México tiende a ligarse básicamente a una ausencia de previsión en los planes de reemplazo, así como en el hecho de que las posiciones clave de la organización son ocupadas con frecuencia por los familiares o dueños del negocio, que ligan el tema a una pérdida de control.
Con información de Deloitte Pymempresario.com
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