Típicamente, la repartición de recursos naturales en el territorio global no se ha dado de manera homogénea. Algunos países, regiones y ciudades han tenido la fortuna de contar con una cantidad y diversidad importante de éstos, mientras que otros, ya sea por su tamaño o su ubicación, no cuentan con una dotación significativa. Como uno de sus diversos efectos, ello ha contribuido a generar una brecha de desarrollo entre las distintas regiones.
Sin embargo, la creatividad en su dimensión económica es un insumo productivo que detona la generación de empleo, inversión, producción, etc., que no necesariamente ha seguido patrones o consideraciones geográficas en su distribución geográfica.
En consecuencia, la economía basada en la creatividad y las industrias creativas representan una oportunidad irremplazable para generar crecimiento económico y desarrollo en diversas regiones y ciudades en todo el mundo, especialmente en aquellas que han carecido de los remas recursos los países en desarrollo.
La Ciencia Económica tiene que aportar elementos al respecto, ya que si bien la creatividad puede tener una distribución relativamente homogénea, esta puede cambiar en función de los incentivos que tengan los creadores y demás participantes en este tipo de industrias. En particular, la rama de la Nueva Geografía Económica (NGE) estudia el fenómeno de la formación de aglomeraciones y de localizar los principales determinantes para el establecimiento y desarrollo de la operación económica integral. La NGE trata de responder preguntas como por qué la actividad económica se suele concentrar geográficamente, cómo evoluciona la distribución económica y qué factores hace que evolucione, todo esto bajo un enfoque de retornos crecientes a escala, costos de trasportación y movilidad de los factores de la producción como factores principales de la concentración de la actividad económica.
En México, como en todos los países del mundo, las industrias creativas tienden a concentrarse en distintas regiones específicas o clusters. De hecho, una explicación de la concentración espacial de las empresas, los consumidores y trabajadores se encuentra directamente relacionada con la existencia de externalidades positivas dentro de las llamadas “economías de aglomeración”. Esto es, que la concentración por si sola crea un entorno favorable para la ubicación de la actividad económica, aumentando la productividad e incentivando el crecimiento.
Con todo, las nuevas teorías pretenden utilizar los conceptos de la Nueva Geografía Económica con el fin de explicar la concentración de las industrias creativas en polos de desarrollo tales como regiones y/o ciudades específicas. Además, las ciudades culturales generan impactos multiplicadores a raíz del “círculo virtuoso” que surge por la aglomeración de consumidores, producción y mano de obra.
Ernesto Piedras/Nomismae