Por Carlos Capistrán, economista en jefe para México, Merrill Lynch
Usualmente, se considera que los índices de gerentes de compra (PMIs, purchase managers index) revelan lo que se avecina para la actividad industrial y, a través de ese canal, para la actividad económica en general. En el caso de México, hay tres índices disponibles. Uno es el que desarrollan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Banco de México (Banxico).
De un listado de 5,371 empresas, el índice del INEGI selecciona al azar una muestra de 1,553 empresas del sector Manufactura a nivel nacional, que son encuestadas por internet y mediante entrevistas presenciales. El indicador es una media ponderada de cinco variables, cuyo peso se determina por la importancia que tienen para la cadena de producción: Pedidos (30%), Producción (25%), Personal ocupado (20%), Oportunidad de la entrega de insumos de los proveedores (15%) e Inventarios de insumos (10%).
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) produce otro índice. El PMI del IMEF se basa en una encuesta mensual, enviada por correo electrónico a una muestra de más de 300 miembros del instituto, elegidos de una población de poco más de 500 empresas. El IMEF produce índices tanto para el sector manufacturero como para el no manufacturero (servicios), y en este análisis utilizamos el primero. Su indicador es el promedio simple de los mismos cinco componentes que utiliza el INEGI. Finalmente, la firma Markit también produce un índice, que fue establecido en abril de 2011.
Los PMIs mexicanos auguran una mayor expansión
Los tres PMIs de México registraron avances en junio, lo cual podría indicar que la actividad industrial y económica del país continuará expandiéndose a un ritmo relativamente fuerte durante la segunda mitad de 2012. Sin embargo, en ellos se observan diferentes tendencias. Las cifras de INEGI sugieren una tendencia ligeramente decreciente para el año, si es que alguna, mientras que las cifras del IMEF y Markit indican una tendencia creciente desde enero. Más aún, el indicador del IMEF marcó 55.7 puntos en junio, lo que fue su resultado más alto registrado desde abril de 2008. Ni siquiera durante el extraordinario rebote de la economía mexicana en 2010 se registró una cifra tan alta en este último indicador.
Pero el ISM de Estados Unidos prevé un debilitamiento de la manufactura
Por su parte, el índice ISM de la manufactura de Estados Unidos se desplomó más allá de las 50 unidades en junio. Esto indica una desaceleración de la manufactura estadounidense y alude a una desaceleración en México, dados los vínculos comerciales entre las dos naciones.
Entre los indicadores domésticos, el de INEGI es el mejor indicador adelantado
Aplicamos un análisis de regresión para determinar cuál de los PMIs de México puede ser considerado el mejor indicador adelantado. Corrimos las regresiones tomando el crecimiento real mensual del IGAE (el indicador mensual del PIB mexicano, ajustado por estacionalidad) como variable dependiente y, como variables independientes, utilizamos rezagos de esta variable, así como adelantos (leads) y rezagos (lags) de cado uno de los dos PMIs mexicanos (INEGI e IMEF). No utilizamos el indicador de Markit por el reducido tamaño de su muestra y porque la correlación simple ya se encuentra en terreno negativo.
Destacaríamos dos resultados. Primero, observamos que tanto los adelantos como los rezagos de ambos PMIs son significativos en todas las regresiones; esto significa que, individualmente, ambos son valiosos indicadores adelantados. En segundo lugar, la regresión con la R-cuadrada más alta es la del indicador del INEGI. Un simple ejercicio de pronóstico hecho fuera de la muestra también arrojó que el PMI de INEGI se anticipa mejor al crecimiento del IGAE.
Pero el ISM de EE.UU. es superior
Repetimos el ejercicio descrito anteriormente, pero utilizando el índice ISM de la manufactura estadounidense, en lugar de los PMIs mexicanos, ya que más de dos terceras partes de las exportaciones no petroleras de México (que representan alrededor del 30% del PIB) tienen como destino a Estados Unidos, además de que la mayor parte de éstas son manufacturas. Encontramos que el índice ISM es el mejor predictor de los tres, al menos en lo que se refiere a las R-cuadradas y a las evaluaciones de pronósticos simples hechas fuera de la muestra. Aunado a esto, en una regresión adicional encontramos que el ISM puede predecir el resultado del indicador de INEGI.
La debilidad de la manufactura estadounidense augura una desaceleración de la actividad en México
En nuestra opinión, los PMIs domésticos de México están reflejando la fuerte actividad de la primera mitad del año. Recientemente señalamos que la manufactura mexicana estaba rebasando a la de los Estados Unidos, gracias a un tipo de cambio real competitivo y a las grandes ganancias en productividad del sector (ver el reporte Mexico: weak mining, strong manufacturing). Sin embargo, los indicadores domésticos no anticipan una posible desaceleración de la demanda externa, como la que refleja el PMI de Estados Unidos.
Consideramos al PMI estadounidense como una señal clara de que la actividad económica de México se desacelerará durante la segunda mitad de 2012, si bien con un modesto apoyo al alza por parte del indicador de INEGI. Esto es compatible con nuestro pronóstico de que se registre una desaceleración, producto de la desaceleración de la actividad estadounidense por la incertidumbre del “precipicio fiscal” en dicho país, y la disipación del gasto gubernamental que acompañó a las elecciones federales en México.