Uno de los pilares para la construcción de portafolios de inversión son los instrumentos de deuda: títulos de crédito emitidos por empresas o Gobiernos, y que cuentan con un plazo de inversión definido y una tasa de interés pagadera periódicamente, la cual está en función del perfil de riesgo del emisor. Pero, ¿cómo distinguir a los emisores con un perfil crediticio sólido de los que no cuentan con él?
Existen agencias calificadoras que realizan una evaluación del emisor y, a través de una escala, asignan una calificación que determina la viabilidad para hacer frente a las obligaciones financieras. Dentro de esta escala, existe un grupo de emisores de alta calidad o grado de inversión que, al tener un sólido perfil de riesgo, presentan bajas probabilidades de no cumplir en tiempo y forma con el pago de intereses; sin embargo, el rendimiento que devengan en sus instrumentos es bajo. Típicamente, estos emisores son Gobiernos o empresas consolidadas, y cuentan con calificaciones que pueden ir desde AAA (la mejor calificación posible) hasta BBB (la menor calificación grado de inversión posible).
Hay otro grupo de emisores de calidad media, que son entidades con calificaciones inferiores a BBB y que tienen un riesgo incrementado de incumplir sus obligaciones financieras respecto a las emisoras con grado de inversión; por ello, para atraer inversionistas, ofrecen tasas de interés más altas, de ahí que se denominen instrumentos High Yield o de alto rendimiento, evocando a una máxima de las inversiones: a mayor riesgo, mayor rendimiento. Algunos ejemplos de estos emisores son empresas que están arrancando o en sus primeras etapas de crecimiento, así como entidades que están enfrentando situaciones de estrés financiero que pueden comprometer el pago de sus obligaciones.
Cabe resaltar que, si el perfil financiero del emisor mejora, puede existir mayor demanda por los papeles, lo que aumentaría su precio y podría incrementar el rendimiento para el inversionista; aunque también puede ocurrir lo opuesto, deteriorando el precio del papel. Es por ello que estos instrumentos tienen un mayor riesgo que la deuda con grado de inversión, aunque suele ser inferior a la que presenta el mercado accionario.
Si bien el riesgo de un instrumento de calidad media es superior al de uno con grado de inversión, esto no necesariamente significa que el emisor va a caer en impago, sino que tiene más posibilidades de hacerlo; por lo mismo, es importante que, al buscar invertir en este tipo de papeles, se cuente con un análisis riguroso del emisor para determinar correctamente los riesgos y convertirlos en oportunidades de inversión.
Incluir instrumentos de deuda High Yield en un portafolio de inversión es un gran complemento para mejorar el rendimiento potencial, al recibir tasas mayores a la deuda con grado de inversión, sin incrementar drásticamente el perfil de riesgo del portafolio total; y la mejor manera de acceder a este tipo de instrumentos es a través de Fondos de Inversión o vehículos de inversión colectiva (ETFs, por sus siglas en inglés), ya que hay un grupo de expertos en inversiones analizando este mercado y realizando los ajustes necesarios en su composición para mantener un perfil de riesgo adecuado.
Principal Fondos de Inversión cuenta con un Fondo de deuda High Yield global denominado PRINHYD, el cual pone a disposición del público inversionista que quiera mejorar el perfil riesgo-rendimiento de su portafolio de inversión.
Luis Lozano, Director General de Principal Fondos de Inversión
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