La mejor franquicia es la que se adecua a tu perfil de inversionista y te permite ir formando un patrimonio sólido.
Cuando tengo la oportunidad de dar alguna plática o conferencia sobre franquicias, siempre hay alguien que hace la siguiente pregunta: “¿Cuál es la mejor?” Me gusta este cuestionamiento por ser sencillo, directo y lleno de candidez. En ese momento noto ansiedad en el rostro de los asistentes de que diga el nombre de la franquicia que ya tienen o que desean adquirir. En ocasiones esperan que les hable de grandes cadenas de comida rápida o de ropa, pero mi respuesta, en principio, provoca algún desánimo:
La mejor franquicia es la que va con tu perfil empresarial, y este lo puedes conocer si contestas honestamente a las siguientes preguntas:
¿Cuánto capital tienes para invertir? ¿Qué te gusta hacer y qué giros te interesan?
¿Cuánto tiempo le vas a dedicar al negocio? ¿En qué zona o ciudad quieres establecer tu unidad?
Podría haber más puntos de análisis, pero contestar estas cuatro preguntas es suficiente para comenzar a buscar la mejor franquicia para ti. Si como inversionista cobras conciencia de estos temas, seguramente encontrarás una que no te asfixie financieramente y que te motive operativamente, lo que se convierte en una base sólida para alcanzar el éxito. Nunca debemos buscar una franquicia por “buena, bonita y barata’: En el tema de franquicias las “3Bs” no es lo más recomendable.
El Nivel de inversión
Existen franquicias de baja inversión en donde se recupera la inversión en unos cuantos meses y son perfectas para ciertos perfiles de inversionistas; sin embargo, tienen un límite de productividad y crecimiento. Incluso en algunos casos son negocios de moda o de ubicaciones temporales. Aunque son negocios rentables, su calidad como patrimonio es relativa. Me refiero a conceptos de negocio en stands, islas, móviles o similares.
Por el contrario, si inviertes en un hotel, restaurante o gasolinera, por ejemplo, estás consolidando tu capital en activos tangibles e intangibles más robustos, como el inmueble, construcción o remodelación y equipamiento de tu local. Este nivel de inversión en negocios tiene un sentido más patrimonial, ya que se trata de inversiones más sólidas y que de igual forma tienen una rentabilidad y un flujo directamente proporcional a lo invertido.
Conozco franquiciatarios de negocios pequeños que están felices, ya que su perfil empresarial se ajustó perfectamente a los requerimientos de su franquicia: invirtieron lo que pudieron en una ubicación factible, realizando una actividad que les gustó. ¡Como final de cuento de hadas!
Sin embargo, también hay hadas ricas. Hay franquiciatarios que invierten varios millones de pesos en ubicaciones factibles, operando a través de gerentes que cumplen con el perfil que les indicó el franquiciante, es decir, inversionistas ausentes de la operación. También es muy válido, pero se trata de otro perfil de inversionista totalmente distinto al mencionado anteriormente.
Todos los negocios, grandes o pequeños, tienen un nivel de riesgo, aunque sabemos que en las franquicias este se minimiza. Por eso es importante verificar que el perfil empresarial sea totalmente compatible con el negocio que nos está interesa, incluso antes de tratar el tema meramente económico. La sugerencia es que si estás interesado en invertir en una franquicia, contesta las cuatro preguntas planteadas al inicio y no le tengas miedo al nivel de inversión. Si cristalizas una franquicia que no te presione económicamente, y que al mismo tiempo te guste su giro, seguramente estarás construyen do un patrimonio sólido.
Alejandro Perdomo, El Inversionista http://alcazar.com.mx/blog/?p=711
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