Muchas empresas desearían contar con trabajadores eficientes y eficaces, que trabajen constantemente al 100 % y que se puedan encender y apagar, es decir, robots.
Con la fusión de sistemas mecánicos, eléctricos, computacionales e inteligencia artificial, la robótica tendrá un desarrollo exponencial indiscutible. No debemos percibir a los robots como máquinas robustas y rígidas, más bien como sugiere el experto en robótica Jonathan Rossiten, debemos visualizarlos como organismos artificiales que imitan (y en casos superan) las capacidades humanas.
Su incursión en diversas profesiones es inminente, por lo que tendremos que reinventarnos, tal como lo hicimos después de la revolución industrial y ser capaces de desarrollar nuevas habilidades y destrezas para sobrevivir la disrupción tecnológica. Entonces, ¿qué pasará con los trabajos de las personas en el futuro? Sin lugar a duda algunos empleos serán automatizados y remplazados por estos ingenios electrónicos programables, en especial aquellos que ejecutan operaciones repetitivas.
En China por ejemplo, la empresa Foxconn que produce teléfonos móviles ya se prepara para sustituir con robots a 60,000 empleos. La Universidad de Oxford en un estudio del año 2013, ya advertía el riesgo de automatización del 47 % de los empleos actuales, tales como recepcionistas, relojeros, cajeros, vendedores o conductores de autos, entre otros. Sin embargo, también surgirá la creación de nuevos trabajos que hasta hace poco eran inimaginables. El Foro Económico Mundial prevé la creación de 5.1 millones de nuevos empleos antes del 2020, en áreas como nanotecnología, genética, biotecnología, impresión 3D y la misma robótica.
El reciente análisis de Microsoft con la consultora británica The Future Laboratory titulado “Los trabajos del mañana” predice para el 2025 el surgimiento de nuevas profesiones tales como diseñadores de entornos virtuales, comentaristas-analistas de la cultura digital, creativos y analistas de internet de las cosas, abogados de ética en tecnología, guías turísticos en el espacio, estrategas de conservación ambiental a gran escala o innovadores de energías sustentables ante el cambio climático (con escasez de sol o de viento). Dicho lo anterior, el trabajo colaborativo con otras áreas de acción será indispensable; los médicos trabajaran en conjunto con ingenieros, genetistas y biotecnólogos en trasplantes o remplazos de partes dañadas en el cuerpo humano.
No cabe duda que una capacidad humana insustituible por los robots es la creatividad. Los trabajos que requieren el uso de habilidades cognitivas para producir bienes o servicios que no se puedan anticipar, no tendrán riesgo de ser sustituidos por robots, no solamente en áreas estrictamente creativas como artistas, músicos, diseñadores, arquitectos, relaciones públicas, etc., sino en casi todos los sectores económicos. Se avecinan grandes oportunidades en trabajos que requieran creatividad, inteligencia social y destreza, ya que estos no corren riesgo de automatización.
Mtra. Ma. Luisa Ruiz Calleja
Académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México.
Recuerda dejarnos un comentario
Da click aquí para ver nuestra nota recomendada
Te compartimos el siguiente vídeo:
