Después de casi tres años de estancamiento económico, muchos mercados están empezando a sentir la presión de la creciente deuda, según una reciente revisión de mercado realizada por KPMG.
Como resultado, los inversionistas pueden esperar ver niveles importantes de actividad en los mercados de venta de deuda durante los próximos dos a tres años a medida que los bancos busquen deshacerse de carteras de deuda morosas que no producen intereses o que son secundarias como forma de reducir su exposición a riesgos, e incrementar el capital.
En la segunda edición de Ventas Globales de Deuda (Global Debt Sales), profesionales de KPMG examinan el estado de los mercados de venta de deuda en 22 países y ofrecen predicciones ilustrativas para el futuro de los mercados a nivel local, regional y mundial. “Aun cuando bancos mexicanos presentan niveles de capitalización adecuados y las políticas de otorgamiento de crédito han sido prudentes, los recientes eventos en Europa y la entrada en vigor de nuevos criterios de capitalización impactarán negativamente su actividad crediticia”, comentó Federico Hernández, Socio de la Práctica de Transactions & Restructuring de KPMG en México.
“Pensamos que los inversionistas en este tipo de carteras vencidas comenzarán a acercarse a los bancos europeos con el interés de adquirir estos portafolios. Tal sería el caso de países como Reino Unido, Irlanda, España e Italia por los eventos que han recurrido recientemente”, declaró Hugo García, Director de la Práctica de Transactions & Restructuring de KPMG en México. “Creemos que un número de instituciones financieras importantes tiene objetivos muy ambiciosos de desinversión de activos para los próximos años, así que debiera haber grandes oportunidades para inversionistas tanto estratégicos como financieros”.
Sin embargo, muchos países continúan experimentando una actividad discutible en los mercados de venta de deuda locales. Las brechas en los precios entre las expectativas de los compradores y los vendedores continúan obstaculizando operaciones de importancia, así como que los inversionistas pueden enfrentar obstáculos en la obtención de recursos por la volatilidad en el mercado.
”México ha visto una reducción general en el número de créditos morosos que no producen intereses en comparación con 2010. En gran parte, esto es resultado de dos factores principales: la modesta recuperación económica del país (que ha ocasionado mayor capacidad de los deudores para pagar sus préstamos) y las prácticas crediticias más estrictas establecidas por la banca después de la crisis de 2008-2009. Combinados, estos dos factores -en general – se tradujeron en carteras crediticias más sanas en los principales bancos”, comentó García.
El informe apunta hacia una actividad continua en los mercados europeos de deuda morosa en gran medida a la diversidad de mercados de ventas de deuda europeos. También sugiere que las disposiciones de Basilea III muy pronto comenzarán a ocasionar una actividad repentina en los mercados mundiales de ventas de deuda a medida que se torne más claro el impacto de dichas disposiciones. “Una peculiaridad del cambio impulsado por la normatividad es que aplica las mismas presiones –en la misma dirección– a toda la industria bancaria al mismo tiempo”, señaló Federico Hernández. “Así que aunque puede haber presión para vender esos portafolios de crédito, también se espera que habrá inversionistas interesados en tomar el riesgo de su cobranza”.
De hecho, en muchos mercados, los bancos que buscan deshacerse de carteras de crédito vigente tendrán la opción de encontrar otras instituciones de crédito o inversionistas interesados en ellas. Y si bien un número de nuevos compradores como son fondos de pensiones y fondos soberanos de inversión están buscando cada vez más invertir directamente en carteras crediticias, el reequilibrio previsto de las carteras crediticias de los bancos requerirá el regreso masivo de los compradores estratégicos al mercado.
“Con base en nuestra investigación, vemos el potencial para un repunte en la actividad de los mercados de venta de portafolios de crédito a medida que se empiecen a resolver los motivos de preocupación e inquietud en materia económica y de deuda soberana”, agregó Hugo García. “En los próximos 12-18 meses, deberemos ver una combinación perfecta de mayor liquidez de los inversionistas, mayor confianza en los mercados financieros y la llegada de una nueva oleada de carteras crediticias en el mercado. En ese punto, la actividad global de ventas de deuda deberá estar definitivamente al alza”.
Redacción
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