Jaime Martuscelli Quintana, coordinador de Innovación y Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México, anunció que se promoverán propuestas que contribuyan al desarrollo empresarial, con la participación de investigadores, alumnos y egresados de la casa de estudios.
Durante la ceremonia de entrega de cartas de aceptación a 42 proyectos empresariales que se incorporarán al proceso de incubación 2011 de InnovaUNAM, Martuscelli comentó, “los universitarios estamos llamados a ser un factor de cambio en la sociedad, no sólo mediante la generación de nuestras propias fuentes de trabajo, sino también con la construcción de espacios para otros grupos sociales”.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, 65% de las nuevas empresas establecidas en el país desaparecen antes de los dos años. Sin embargo, la cifra se revierte considerablemente en el caso de aquellas gestadas en incubadoras; su tasa de sobrevivencia es de casi 90%.
En 2008, la Universidad Nacional creó la Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID) con el propósito de fomentar, entre su comunidad, la elaboración de proyectos para crear empresas de base tecnológica y de tecnología intermedia apoyándolos, mediante un proceso de incubación, para su constitución como unidades económicas independientes.
Con ello, promociona la aplicación de conocimientos y la transferencia tecnológica que las diversas entidades académicas generan como parte de sus actividades sustantivas. Adicionalmente, continúa el impulso de los proyectos emprendedores para la formación de empresas de corte tradicional.
En 2009 la CID, a través de la Dirección General de Vinculación, estableció la Incubadora de Empresas de Alta Tecnología, y en 2010, apoyó la creación de cuatro unidades, en respuesta a la solicitud de las facultades de Ingeniería (FI), Contaduría y Administración (FCA), y de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán y Aragón.
Con la integración de estas primeras cinco unidades se conformó el Sistema de Incubadoras de Empresas InnovaUNAM. Este año, se consolidó con otras cuatro instaladas en las facultades de Economía (FE), Arquitectura (FA), y FES Aragón, así como en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP).
Además, se estableció el Programa Universitario de Emprendimiento, un esquema de trabajo colaborativo entre todas las unidades, en el que se ofrecen simuladores de negocios, cursos, talleres y asesorías.
Martuscelli anunció que muy pronto estará en operación un espacio para ampliar la capacidad de incubación y parque tecnológico en software, que consta de mil 500 metros cuadrados distribuidos en dos pisos en la Torre de Tlatelolco, donde se han instalado ya 32 oficinas, 20 módulos de trabajo en espacios comunes, cuatro salas de juntas y dos de seminarios con capacidad, cada una, para 30 personas.
Para los negocios tradicionales se cuenta con las unidades de incubación de la FE y la ENAP; los de diseño industrial, con la FA y la FCA; los de tecnología intermedia, con la FI y FES Aragón, Cuautitlán y Acatlán, y para los de base tecnológica, con la unidad de la Coordinación de Innovación y Desarrollo.
Elvira Mayén-Lugo
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