Considerada como un recurso vital, el agua es un recurso limitado que cada día se agota. Además, la falta de lluvias, la transformación del suelo y una gestión inconveniente del agua alertan al país a repetir la agonía de temporadas extremadamente secas, con consecuencias socio-económicas: una tragedia predecible que se puede ir evitando.
Kilimo, empresa de agtech, ha desarrollado una herramienta integral para el monitoreo y gestión del riego que permite medir y reducir el uso de agua. La plataforma funciona como un balance hídrico automático, que se alimenta de datos satelitales, climáticos y del suelo.
Primero, analiza el suelo. Luego, recoge información climática proveniente de estaciones meteorológicas cercanas al campo. A partir de allí, modela la evapotranspiración potencial específica para cada caso. Con cinco satélites monitorea cada sector de riego y a través del índice de NDVI genera un coeficiente de cultivo propio para cada sector de riego, es decir, ajustado temporal y espacialmente. De esta manera, el productor es capaz de:
- Monitorear el estado hídrico de sus cultivos, desde cualquier lugar y en cualquier momento.
- Controlar la operación y diseñar un plan de riego basado en datos validados.
- Ser eficiente en el uso de recursos y reducir los costos de producción a través de ahorro en agua, fertilizantes y energía.
- Ser parte de un grupo cada vez más grande de productores que apuestan por la tecnología.
- Alcanzar metas de sostenibilidad y dar un paso hacia adelante en materia de certificaciones (de huella hídrica o de carbono, por ejemplo)
“Impulsamos la democratización de la gestión inteligente del riego a partir de una herramienta que permite a cualquier agricultor del mundo que posea un smartphone recibir y ejecutar recomendaciones que generarán, en promedio, un 20% de ahorro del recurso hídrico a un costo entre 3 y 5 veces menor que otras opciones en el mercado”, explicó Rodrigo Tissera, Co-Fundador y Gerente de Nuevos Negocios de Kilimo.
Kilimo llega a México con la intención de eficientizar y mejorar el riego, cuidando el recurso más importante y los niveles de producción en cultivos de Aguacate, Uva de Mesa, Arándano, y Cítricos, entre otros. En México la tecnificación de riego es una realidad, pues ocupa el 6° lugar mundial en este rubro y hay 1.100.000 hectáreas bajo riego tecnificado. Los estados que más emplean el riego tecnificado son Chihuahua, Veracruz, San Luis Potosí, Coahuila, Yucatán, Sinaloa, Michoacán, Jalisco y Zacatecas.
Cabe señalar que uno de los diferenciadores de Kilimo es que han enfocado el corazón de su servicio en el equipo de soporte que acompaña y capacita a los agricultores semana a semana en la utilización del sistema y su valor. Todos los integrantes de soporte son Ing. Agrónomos y tienen una comunicación constante y fluida con los productores.
Así mismo, Kilimo cuenta con su propia Academia de Riego, un espacio virtual y gratuito de intercambio de conocimiento, prácticas con especialistas en riego y productores. Todo esto es con el objetivo de crear conciencia del uso del agua, informar y aprovechar la digitalización y las nuevas tecnologías para hacer la agricultura más eficiente.
Es tiempo de que la agricultura y otras industrias, comiencen a reconectarse con la realidad física y socioeconómica de este recurso, así como su importancia para todos los ecosistemas y seres vivos del planeta. Hay que hacer una apuesta decidida por la innovación y Kilimo se encuentra a la vanguardia mundial y lleva ahorrados más de 30 billones de litros de agua en 75.000 hectáreas monitoreadas en Latinoamérica.
Con el paso de los años, se ha hablado de la “Megasequía” en América Latina impulsada por el calentamiento global y las condiciones climáticas derivadas de catastróficos incendios forestales y la reducción de la capa de nieve. La sequía a la que se enfrenta especialmente.
Según estimaciones de la Naciones Unidas, la población mundial podría crecer un 20% para 2050, generando la necesidad de producir cultivos en mayor cantidad, pero con recursos naturales cada vez más escasos.
Casi el 76% de su agua disponible para consumo humano se destina a la producción de alimentos. De los 22 millones ha con agricultura, aproximadamente el 29% se encuentra bajo riego, aportando más de la mitad de la producción agrícola nacional. No obstante, la eficiencia en el uso del agua en este sector es apenas del 46% y es aquí donde se genera 62% de las aguas residuales del país.
Redacción
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