“El Outsourcing es una actividad sumamente vieja dentro de las prácticas empresariales. Nos podemos atrever a decir que prácticamente cualquier empresa lleva a cabo esta práctica si nos basamos en su definición fundamental, que es, enviar una actividad de la empresa a un tercero para que la ejecute”, comentó Iván Galvez, director general de Sintesys.
“Sin embargo, a pesar de que esta actividad es muy común, pocos se dan cuenta de la importancia de implementarla de manera estratégica y los riesgos que conlleva el no hacerlo”, señaló el directivo. Estos son algunos ejemplos de los riesgos que significa implementar Outsourcing sin tener una estrategia planeada para ello.
1. Tener un mayor costo – Es el caso de la mayoría de las empresas que emplean el Outsourcing a manera de mera subcontratación de personal. Sin una estrategia clara de actividades y métricas, el costo puede incluso duplicarse al de un Outsourcing con una estrategia clara.
2. Concentrar el conocimiento en manos de terceros – Toda empresa debe cuidar lo que es parte de su negocio fundamental y no puede enviarse en su totalidad a terceros. La receta secreta siempre debe quedarse en casa.
3. Depender demasiado de un proveedor – Es cierto que mientras menos proveedores se tengan se pueden negociar mejores tarifas por cuestiones de economía de escala, sin embargo el hecho de depender de uno o pocos proveedores pone en riesgo las operaciones de la empresa en caso de que dicho suministrador de servicios tenga alguna contingencia.
4. Mala calidad – Sin los controles adecuados, y las medidas preventivas adecuadas, el riesgo de tener deficiencias en la calidad aumenta con un Outsourcing mal realizado.
Por otro lado, si la empresa se toma el tiempo para elaborar una estrategia adecuada de su programa de Outsourcing, puede controlar los riesgos además de tener los siguientes beneficios:
1. Especialización – Cuando se terceriza una actividad se tiene la ventaja de que es posible contratar a una firma especializada en la actividad que se le confía, por ejemplo, hay empresas especializadas en logística, call centers, tecnología de información, auditorías, etc.
2. Economías de escala – Ya que el proveedor al que se le confía la tarea puede adquirir las herramientas tecnológicas y humanas necesarias para hacer la tarea a un costo mucho menor, dado que puede consolidar a varios clientes. Un ejemplo de ello son los call centers, en donde no cualquier empresa tiene los recursos para adquirir la tecnología que hoy en día se utiliza.
3. Incremento en la productividad – Esto es dado que, al ser el proveedor especialista en una materia, puede dedicar los recursos a mejorar los procesos de la labor y volverse periódicamente más competitivo.
4. Flexibilidad – De poder adecuar el tamaño y costo de las operaciones fácilmente a las condiciones del mercado.
“Tomarse el tiempo para elaborar una estrategia adecuada, reducirá riesgos y costos hasta en un 50% además de incrementar la calidad dentro de las operaciones de la empresa”, puntualizó Iván Galvez.
Redacción