Para Cielito Querido Café, el Día de Muertos es una celebración que une generaciones y tradiciones, contando las historias que dan vida al México antiguo y al moderno. Esta festividad es más que un ritual; es un encuentro sagrado en el que la muerte simboliza un lazo eterno. A través de las ofrendas, los mexicanos recuerdan que, mientras vivamos en la memoria de quienes nos amaron, nunca nos vamos del todo.
No hay nada que conmueva más en esta fecha que los altares. Estos espacios están llenos de cariño y tradición, una forma de honrar a quienes ya no están con nosotros. Desde la época prehispánica, los altares han evolucionado. Elementos como las flores, el papel picado, el incienso y los alimentos han sido constantes desde entonces, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Durante la época colonial, aunque las costumbres indígenas se mantenían ocultas, las familias preparaban altares en sus hogares con dulces, frutas y manjares como símbolo de amor y recuerdo hacia sus seres queridos.
Fue después de la Revolución Mexicana, en tiempos de Lázaro Cárdenas, cuando la festividad se reconoció y reivindicó oficialmente. Hoy, cada altar es un tributo a quienes amamos, y Cielito Querido Café nos invita a recordar esta conexión especial en sus sucursales del 28 de octubre al 10 de noviembre.
Además, en esta temporada de muertos, Cielito Querido Café ha lanzado un menú especial. Sus bebidas de choco-naranja y calabaza en tacha, junto con sus clásicos “muertitos”, están disponibles desde el 23 de septiembre. Los tradicionales altares de muertos estarán en las sucursales de Homero, Plaza Juárez, Génova y Masaryk en la Ciudad de México, destacando en cada una de ellas la esencia y belleza de la tradición.
La sucursal de Masaryk contará con un detalle especial: la actividad “Mensajes del Cielito”. Esta estructura permitirá a los visitantes dejar pequeños mensajes en memoria de sus seres queridos, con tiras coloridas que simbolizan palabras enviadas desde el corazón. Además, los asistentes podrán tomarse fotos junto a los altares, llevándose consigo un pedacito de este festivo homenaje.
Así, Cielito Querido Café sigue extendiendo su propuesta cultural, celebrando nuestra identidad mexicana a través de sus ofrendas y sabores. Con una taza de choco-naranja o un pan de muerto en mano, se invita a los visitantes a sumarse a una tradición que nos enorgullece, recordando y celebrando a aquellos que siguen vivos en nuestra memoria.
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