La calidad, cuando se trata de mejorar un producto o servicio en una pequeña empresa, suele estar relacionada con costos adicionales que difícilmente pueden cumplirse, pero lograr la satisfacción del cliente no siempre implica más gastos, y lo que es más importante, está comprobado que una mejora al respecto aumenta las ventas más que una reducción de precios.
Nacional Financiera comparte que una PyME que hoy ve a la calidad como una manera de sobrevivir y aumentar las ganancias, además de creer que esta depende sólo de las líneas de producción, está acabada pues todas las compañías requieren de control de calidad para satisfacer a clientes que cada vez más piensan antes de hacer un gasto.
Además de la importancia de mantenerse en el mercado, otra razón por la que hoy la calidad es un factor indispensable es que se compite no sólo con empresas locales sino con extranjeras.
Una de las ideas que se deben dejar atrás es que el tema de la calidad incumbe sólo al proceso de producción, y entender que se ha convertido en una manera de hacer negocios, una estrategia para aumentar las ventas y obtener la lealtad de los clientes.
Nafinsa señala entonces que la calidad y la satisfacción del cliente son responsabilidades del dueño del negocio y deben ocupar el primer lugar entre sus actividades, él es quien debe determinar los estándares y convencer a toda la organización de su importancia.
Cuando se tiene claro qué es lo que se pretende conseguir se recomienda formar equipos para resolver los problemas; identificar y eliminar las barreras de comunicación entre los departamentos para poder trabajar juntos en una causa común; escuchar las sugerencias de los empleados para aumentar la calidad del servicio; y dar a los empleados los conocimientos, herramientas y equipo adecuado para que puedan hacer el mejor trabajo posible y reconocer cuando un trabajo está bien hecho.
Es cierto que será necesario comprometer recursos humanos y financieros pero la recompensa vale la pena, expertos en mercadotecnia consideran a la calidad como la clave para hacer crecer las ventas de un negocio, entendiendo a la misma como la estrategia satisfacer las expectativas del cliente.
Basar la empresa en este concepto implica entenderlo como un estilo de administración, una actitud de tratar de hacer siempre mejor las cosas en toda la organización, desde la resolución de problemas, hasta la mejora en la comunicación entre todos los empleados de la empresa. “El objetivo de todo esto es hacer cambios en la manera de producir y comercializar para obtener la satisfacción del cliente en forma constante, haciendo frente a las necesidades, siempre cambiantes, los compradores”, explica Nafinsa.
Si quieres empezar a hacer mejoras en tu negocio empieza por medir la satisfacción obtenida por los clientes, ello implica dejar de creer que el negocio hace lo mejor que puede, siempre debe ser el cliente el que diga cuál es el nivel esperado.
Una vez que ya tengas una referencia sobre las exigencias de los compradores involucra a los empleados en la toma de decisiones para que puedan entender las prioridades del negocio y les sea más fácil actuar en consecuencia.
Ariadna Cruz
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Muy buen aporte. Sin lugar a dudas la calidad del producto o servicio prestado es el elemento fundamental a la hora de potenciar las ventas. Muchas gracias por compartir la entrada.