La vigésima primera edición del Barómetro de Empresas, Deloitte México, correspondiente a los tres primeros meses del 2012, aplicada a los empresarios del país, identificó que la evaluación sobre la economía mexicana mantiene una tendencia positiva. El entorno de negocios, la situación de las empresas, las perspectivas futuras, el control de la inflación y la evaluación del desempeño del gobierno reportan mejores resultados que los alcanzados en el cierre del 2011.
El escenario plantea un contexto en el cual se refleja una recuperación de las perspectivas empresariales, sin embargo ello solamente le ha llevado a niveles similares a los de hace un año. Si bien la seguridad constituye el elemento peor evaluado, siendo éste el que profundizaba las percepciones negativas en ediciones anteriores, el resto del entorno aún no visualiza el restablecimiento pleno de las condiciones previas; aunque debe resaltarse que mantiene una tendencia positiva.
Los empresarios consultados indican que la situación de las empresas aún permanece en un escenario poco favorable. Los elementos evaluados son positivos con respecto al Vigésimo Barómetro de Empresas (diciembre 2011), creciendo en promedio 3 puntos.
Por otra parte, el empleo constituye el factor más positivo con una mejora de 5 puntos, seguido de la rentabilidad y la capacidad productiva con 3 puntos más cada uno; en contrasentido los precios disminuyeron un punto. En relación al año anterior los indicadores son en su mayoría negativos, promediando una caída de 2 puntos. La rentabilidad es el aspecto con mayor pérdida: -6 puntos, en tanto que la producción y el empleo se redujeron 3 puntos.
En adición, el 60% de los empresarios indican que el nivel de demanda de las empresas es normal, mientras que el 26% de ellos la ubica en un nivel alto y únicamente el 14% señala que ésta es baja. Lo relevante de la percepción positiva sobre la demanda, es que ello refleja un entorno estable, y en donde