De Empleado a Emprendedor

Por lo general, llega el momento en que cualquier profesionista quiere independizarse y ser su propio jefe, muchos de esos planes se retrasan pues no cuentan con el capital necesario o no tienen en claro de qué forma empezar.
Si aún no sabes qué emprender, mientras estas frustrado en tu trabajo, comienza por pensar “esto es temporal, debo iniciar mi propio negocio”. Si ya tienes en la mente esa idea, entonces pon manos a la obra, usa tus horas de ocio para investigar si valdrá la pena iniciar el negocio, proveedores que te servirán, desarrollo de plan de negocio, hacer llamadas para buscar locales u oficinas, pedir cotizaciones, etc.
Usa todas las ventajas que tienes dentro de donde trabajas para aprender e impulsarte a ser un emprendedor.
Aquí algunas cosas en qué pensar, según Enrique Núñez Montenegro de FundaPyME
1. Haz un inventario de toda tu realidad actual: familia, relaciones, economía, valores, gustos y preferencias.
2. Esfuérzate por visualizar cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de cinco o diez años.
3. Anota cuáles son tus conocimientos, tu carrera, tu profesión, tus talentos, tus habilidades innatas e incluso haz un inventario de las cosas para que las tienes habilidad; pero que no haces por falta de tiempo o ganas.
4. Elabora una lista de todos los aspectos o factores que en este momento piensas que te impiden emprender tu propio negocio. Divídelos en factores internos y externos, para que los puedas ir resolviendo poco a poco con un plan de acción.

5. Enumera todos los pasos o cambios que deberías dar si quisieras ahora mismo fijarte una fecha a mediano plazo para tener tu propia empresa.
– ¿Qué decisiones deberás tomar?
– Hábitos que es importante abandonar o adquirir
– Nuevos conocimientos que es importante adquirir
– Experiencias a tomar en cuenta
– Personas que sería fundamental conocer o frecuentar
– Cosas por comprar
6. Ahora debes tomar la decisión. Por supuesto si te sientes preparado para hacerlo. Si no es así vuelve a los cinco pasos anteriores y continúa reflexionando.
Adriana Maass
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