De acuerdo con la firma de consultoría y educación sobre mejores procesos para la gestión de TI, la utilización de tecnologías de la información todavía no es una práctica de negocio madura, aunque ya se observa más desarrollada en los corporativos, organizaciones grandes y medianas –tanto públicas como privadas-, y esto tiene relación con el nivel de dependencia que tengan de la TI para ejecutar sus funciones o si el servicio que ofrecen a su cliente incluye un alto contenido tecnológico.
En el mundo muchos países cuentan con evidencias de que sus empresas y organizaciones ocupan con éxito las mejores prácticas de la industria, ITIL en particular, ya se cumplieron 20 años desde que se publicó por primera vez la Librería, y en este periodo de adopción y evolución, lo más importante sigue siendo ubicar el objetivo a lograr y el beneficio que las mejores prácticas pueden aportar a cada organización en particular.
En México todavía no se cuenta con estadísticas públicas enfocadas en particular a la Gestión de Servicios de TIC, sin embargo, desde la experiencia de Inteli, y considerando el segmento de empresas del que estamos hablando –medianas, grandes y corporativos-, podría decirse que aproximadamente el 80 por ciento de las organizaciones de TI han escuchado y han comenzado a capacitarse sobre las mejores prácticas. De ese grupo, se ubica que al menos el 40 por ciento han iniciado su adopción, ya sea por iniciativa propia o con apoyo consultivo, el resto lo estaría evaluando.
En opinión de Rebeca Pimentel, Socio Consultor de Inteli, “en México ocurre que algunas organizaciones adoptan estas iniciativas buscando o ‘deseando’ lograr cambios significativos de la noche a la mañana, y realmente estos esfuerzos se deben madurar, adoptar mejores prácticas, procesos y la orientación al servicio tiene que ver con liderar un cambio de cultura organizacional, y su éxito depende del nivel de involucramiento a todos los niveles”.
La firma consultora considera que tanto en el sector público como en el privado, se debe cuidar que estén alineadas las regulaciones, la legislación, los modelos de negocio, la definición de sus presupuestos, sus prácticas de gestión, por mencionar algunas actividades de negocio, para permitir que se aproveche el beneficio de los servicios de tecnología de información y que estos apoyen el logro hacia una mayor competitividad. Actualmente, las organizaciones deben observar sus modelos de negocio y mantenerse alertas para adecuarlos ágilmente a las necesidades de sus mercados.
Pimentel añadió: “es necesario que las áreas de TI se ubiquen como unidades estratégicas de negocio, pues mientras más involucradas se mantengan en la definición de los objetivos de la organización, mejor lograrán definir la estrategia de servicio que les permita aportar el valor de la TI para cumplir los objetivos de la institución o negocio, esto es vital, pues cada día dependemos más de la TI para ser competitivos”.
Redacción