La recesión global afectará a México por lo menos 2 años; si no unimos nuestros esfuerzos no podremos salir de ella bien librados y mucho menos avanzar al tan anhelado desarrollo y crecimiento.
De 53 millones de mexicanos viven en la pobreza, 14 millones viven en la pobreza extrema; 30 millones de connacionales en los EU viven bajo el amago de deportación, desempleo por lo que la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) hace un atento llamado a las fuerzas vivas de México a que formen parte de la solución y no del problema, que sean sensibles al enorme apuro que se vive para poder ofrecer calidad de vida las familias mexicanas.
Con el fin de brindar apoyo a los sectores de la economía que más se han visto rezagados a causa de la pandemia del COVID 19 y los efectos de la recesión en marcha, el Fondo Social es un llamado para la reactivación económica de México, conformado por dinero del sector público, privado y de la sociedad.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, apuntó: “Hay que hacer que la rueda de nuestra economía gire lo más rápido posible para encontrar una nueva dinámica que nos permita tener el menor daño posible derivado de esta emergencia sanitaria. Más de 6 mil millones de habitantes del planeta entraron en cuarentena por más de 2 meses, experiencia nunca antes vivida en la historia reciente de la humanidad. Todavía no acabamos por dimensionar las consecuencias económicas de este flagelo, apenas las vamos a resentir.”
Objetivos del Fondo Social para la Reactivación:
- Evitar pérdida de empleos. Políticas públicas que de manera eficiente apoyen a la actividad de servicios, comercial y productiva más afectada en el país por la pandemia (turismo, alimentos, maquiladores, etcétera).
- Garantizar abasto del mercado. Fortalecer el suministro y abasto de las distintas categorías en el mercado nacional, ofreciendo mayores niveles de seguridad (carreteros y urbanos), cancelando regulaciones que obstaculicen esta labor, evitando el acaparamiento, desabasto y especulación de precios que afectan la economía familiar.
- Consolidar Sistema Universal de Salud. La pandemia de covid-19 evidenció la urgencia de revalorar a nuestro cuerpo de profesionales clínicos en su labor y profesionalización, de optimizar equipos, garantizar insumos y medicamentos, de operar desde la prevención más que de la cura de la enfermedad y fortalecer la condición inmunológica de la población. Tareas que deberán resolverse con la creación del Sistema Universal de Salud.
- Nueva normalidad. El covid-19 planteó un punto de quiebre en nuestras vidas, nuestro estilo de vida no será el mismo. Habremos de cambiar nuestra forma de trabajar, estudiar, movilizarnos, esparcirnos y viajar. El estilo de vida girará dramáticamente, alejándose de las aglomeraciones, moviéndose con sana distancia, estudiando en la semipresencialidad, trabajando con horarios escalonados y en home office en los empleos que lo permitan. La actividad económica y productiva girará a lo necesario y buscará realizarse en escala regional. El mundo se volvió a agrandar.
- Formalizar a la Informalidad. Una tarea más de la pandemia es avanzar firmemente hacia la incorporación de los trabajadores eventuales al contrato social; su registro y formalización es inaplazable, medidas como la renta básica universal, un padrón de ocupación libre para el otorgamiento de apoyos y seguridad social, entre otras de las muchas acciones para legalizar a este importante segmento de la actividad económica del país.
- Reconvertir nuestra economía. A la vez que reactivar, deberemos reorientar nuestra actividad económica hacia la generación de energías limpias para la movilidad sustentable; hacia la soberanía alimentaria; hacia la investigación médica para asegurar la no extinción de la especie humana; hacia la preservación y uso adecuado de nuestras reservas de agua dulce y hacia la formación de una nueva ciudadanía con pleno respeto a la naturaleza, a la vida, a la inclusión social y equidad.
Para la creación de este fondo se requiere voluntad política y confianza, sin esto no se podrá avanzar. La alianza no está lista para dar una cátedra, no son especialistas, pero sí están conscientes de enriquecer el sentido común.
No debe perder de vista que en la partitura los silencios también son notas y tampoco olvidar que mantener el uso de la palabra termina por ensordecer al de la voz e impide que escuche a los demás. En estos tiempos de emergencia y recesión resulta vital escuchar para entender y así lograr que unidos se encuentre las mejores oportunidades para la gente.
Redacción
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