La pandemia del COVID-19 está dejando muchas lecciones a las empresas las cuales pueden aprender de esta crisis y transformar ese aprendizaje en cambios que generen un bienestar tanto para sí mismas como para la comunidad.
Ejemplo de ello es el hotel El Ganzo. Esta empresa social ha trabajado de la mano, desde hace ocho años, con la comunidad La Playita, en San José del Cabo, Baja California Sur, lugar donde se ubica y en el que ha desarrollado un Centro Comunitario que involucra a la mayoría de las familias del pueblo.
La pandemia es un gran escalón más en su relación con la comunidad, ya que para el hotel la ayuda no se debe dar sólo “cuando se necesita”, sino que debe ser parte del ADN de todas las compañías.
Tras la aparición del COVID-19 en México, que llevó al cierre de los hoteles, la empresa no se quedó de brazos cruzados y lanzó la campaña #GanzoAyuda, con el fin de invitar al público en general a hacer donaciones que ayuden a financiar las actividades filantrópicas que realiza para apoyar a más de 600 familias que, la mayor parte de sus ingresos, provienen de la actividad turística de la comunidad.
“Para El Ganzo ha sido muy importante esta campaña por la oportunidad de poder servir a la comunidad donde se encuentra el hotel, y ayudar de primera mano a nuestros vecinos y a la gente con la que interactuamos todos los días. El Ganzo no es un hotel que se concibe de puertas hacia dentro, sino como una empresa que forma parte de la comunidad. Para nosotros, darles la mano a nuestros vecinos en estos momentos fue una decisión fácil, ya que ellos nos la han dado en otros tiempos difíciles, como en el huracán Odile, en 2014”, comenta Raúl Alfaro Segovia, vocero del hotel.
El Ganzo, comparte varias lecciones, desde sociales, empresariales y económicas, que todas compañías deben tomar en cuenta ante la crisis sanitaria:
Se necesita un modelo empresarial social
La pandemia debe ser el punto de quiebre para caminar a un cambio en la forma de emprender y en los modelos empresariales actuales, a uno más social, en el que la comunidad sea parte integral de las actividad, ya que “claramente hay una brecha entre los intereses de las comunidades y de las empresas”.
“Muchas veces se les olvida a los empresarios que también forman parte de la sociedad. Parte esencial de la labor de una empresa es convivir con la gente que está a su alrededor. Deben darse cuenta de que también pueden ayudar a su comunidad, sin importar qué tan grande o pequeña sean, y compartir los beneficios económicos de mejor manera”, apunta Raúl Alfaro.
Apertura corporativa a los empleados
Las empresas no se pueden mover sin la ayuda de sus colaboradores. Éstos deben estar involucrados todo el tiempo. Además, este tipo de crisis enseña tanto a compañías y empleados a reaccionar frente a escenarios adversos.
“Lo que más me ha llenado en esta crisis, es la reacción de la gente… La manera en la que te agradece en muchos sentidos. Hay familias pesqueras que no han podido trabajar por la emergencia y son a los que les entregamos comida y despensas y nos expresan su enorme gratitud ofreciéndonos de lo poco que tienen como intercambio. Yo me quedo satisfecha con la sonrisa que te regalan porque se te queda marcada y es un sentimiento inigualable”, detalla Regina Aripez, colaboradora de la campaña #GanzoAyuda.
Una empresa no puede sola
Una de las prácticas que se deben fomentar es la colaboración entre empresas y asociaciones civiles, ya que la pandemia ha ayudado a entender que no es cuestión de que una compañía vaya en “solitario”.
“Una de las mejores acciones para generar un cambio en la comunidad es buscar a gente diferente a ti. Aun cuando una empresa tiene experiencia en el tema, es importante que pueda sumar a otras organizaciones, ya que mientras exista un espíritu de colaboración y de compartir conocimiento, las cosas se harán de manera más fácil y la ayuda a la sociedad puede ser más amplia”, agrega Alfaro Segovia.
Equipos de trabajo interdisciplinarios
Otra lección que, según el hotel, deben entender las empresas, es la importancia de integrar filósofos, antropólogos y semejantes a sus equipos de trabajo, porque “estamos ante una crisis sin precedentes”.
La empresa señala que voltear a ver a este tipo de profesionales ayuda a las compañías a desarrollar un código de ética o un manual de mejor convivencia con su comunidad, puesto que la forma de hacer negocios debe cambiar y regirse por otros valores, códigos y relacionamiento con la sociedad.
Finalmente la campaña fue apoyada por la Fundación Questro; brazo humanitario de desarrolladores inmobiliarios, los Cabos Children’s Foundation; fundación dedicada a ayudar a los casos de cáncer infantil en Baja California Sur y la Alianza Comunitaria de Baja California Sur, El Ganzo ha otorgado comida, medicamentos y material sanitario a la comunidad.
Redacción
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