A nivel mundial, la agricultura se ha enfrentado a un año de grandes desafíos, no solo haciendo frente a retos medioambientales como fenómenos climatológicos adversos, sino también a retos comerciales como la inflación; la cual ha incrementado significativamente los costos de producción del sector.
De acuerdo con estudios recientes, el precio de los fertilizantes a nivel global, en los últimos años, ha incrementado en un 36% y un 63% en gasóleo. Asimismo, se espera que los gastos totales de producción aumenten en 18,200 millones de dólares (4.1%) hasta alcanzar los 459,500 millones de dólares en 2023.
“El sector agroalimentario vivió muy de cerca el incremento inflacionario derivado de la pandemia por COVID-19 y el actual conflicto entre Rusia y Ucrania”. mencionó Claudio García, Director Ejecutivo de Ventas para Latinoamérica en ProducePay. “No sólo se encarecieron los insumos, principalmente fertilizantes; también incrementó el costo del transporte, con escasez y poco desplazamiento en las zonas portuarias y finalmente esto tuvo una consecuencia directa en el precio de los alimentos.”
Por lo anterior, se estima que el ingreso neto para la agricultura disminuya en 25,900 millones de dólares (15.9%) en 2023, es decir, más de 30,500 millones de dólares (18.2%) tras el ajuste por inflación.
¿Cuáles son las principales consecuencias para los agricultores?
El aumento en los costos de producción no solo disminuye el poder adquisitivo y afecta directamente el retorno de inversión de cada cosecha. También influye en factores como:
- Fluctuación en los precios de los productos agrícolas: una mayor volatilidad derivada del incremento en los alimentos, los costos y la especulación.
- Mayor nivel de deuda: los agronegocios se ven obligados a recurrir a créditos bancarios, prestamistas o cooperativas para poder continuar con sus operaciones.
- Limitada capacidad de crecimiento y expansión: con menor liquidez, los agricultores no podían realizar las inversiones necesarias en tecnología o terreno para crecer su negocio.
“Si bien los costos de producción de los alimentos han incrementado, también la demanda de alimentos lo ha hecho y lo seguirá haciendo. Es por eso que los agricultores deben hacer frente a este panorama económico a través de soluciones como la integración vertical, el acceso a nuevos mercados para la distribución de los productos y liquidez a través de fuentes de financiamiento que sepan y entiendan las necesidades enfocadas a la agricultura”, concluyó García Salgó.
Los agricultores son la columna vertebral del sector agroalimentario. Sin embargo, tradicionalmente han sido tratados como un factor de riesgo para los inversionistas e instituciones de crédito.
Es por ello por lo que ProducePay, a través de su amplio conocimiento en el sector, ha colocado a los agricultores en el centro de su portafolio de servicios, con soluciones únicas frente a la inflación, para que el sector se mantenga a la vanguardia de la innovación y modernización.
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