La imagen que proyectan las empresas es crucial para su supervivencia, competitividad y generación de ventas. Una compañía que tiene empleados con una mala imagen personal puede tergiversar el mensaje real que pretende comunicar a clientes y prospectos.
El asunto de la imagen en el mundo de los negocios se ha adjudicado en su mayoría a las mujeres, ya que los hombres creen que enfocarse en ella es una cuestión innecesaria y sin beneficios. El personal incluido el masculino, le está dando cada vez más la importancia que debe el tener una imagen profesional sólida.
La imagen puede generar buenas oportunidades, así como estrechar las que ya existen con los clientes, dado que una imagen descuidada e incongruente con la filosofía de la empresa comunica: desconfianza, incapacidad, deficiencia y falta de profesionalismo, trayendo como resultado baja en las ventas, baja moral e inconsistencia en la relación con los clientes.
David Navarro, consultor experto de Imagen Excellence comentó que “Muchas veces por la educación recibida, el hombre cree que sólo debe ocuparse de conservar un carácter fuerte y ser líder sin ocuparse de su imagen, esto es un gravísimo error que muchos están ya corrigiendo, pues se están dando cuenta que con una mejor imagen, mayor poder de influencia”, finalizó.
Cuando un ejecutivo hace de su imagen una herramienta de venta y trabajo, le es más fácil escalar peldaños y reflejar liderazgo en su negocio.
Imagen Excellence, firma especializada en diseño de imagen pública, otorga al sector empresarial masculino los 7 consejos que deben aplicarse para proyectar una imagen profesional de calidad.
1) La apariencia y vestimenta deben respaldar la posición. Si se ejerce un puesto de autoridad y liderazgo, la imagen proyectada debe mostrar: capacidad, conocimientos y experiencia. De nada sirven muchos años de estudio y preparación si la imagen no los proyecta. La imagen debe hacerte el camino más fácil, no convertirse en un obstáculo.
2) Saber vestir. Reconocer la forma del cuerpo es crucial para poder proyectar una imagen de alto nivel. De esa manera se podrá elegir qué tipo de ropa favorece a cada individuo. Ejemplo: un traje de dos botones lucirá mejor en un hombre delgado y de talle corto, mientras que uno de tres será mejor para un hombre de baja estatura; una camisa de vestir de cuello italiano le va mejor a un hombre de cara alargada; la corbata de rayas diagonales ayuda a ensanchar el torso de un hombre delgado; un nudo angosto de corbata lucirá mejor en un hombre de cara redonda; Pantalones con valenciana serán recomendables para un hombre alto.
3) Identificar los colores que se adecúan mejor con el tono de piel. Algunos hombres conocen el significado de los colores, es decir, la psicología del color. Pero en cuestión de imagen personal masculina saber ese significado no es suficiente. Entra en juego la colorimetría, o sea, la armonía que guardan los colores que se usan cerca de la cara con el tono de nuestro cabello, ojos y piel. “Todo hombre que aprenda y domine el tema del color en su vestimenta se distinguirá de cualquier otro, proyectando el mensaje que desea y luciendo más capaz y seguro”.
4) Conoce los códigos de comunicación en la ropa para proyectar autoridad y accesibilidad. La ropa es en sí mismo un código de comunicación no verbal. Por la vestimenta de un hombre se sabe qué profesión tiene, su jerarquía en la empresa (operativo, mando medio, directivo), su nivel educativo, social y económico. Por ejemplo, un código de autoridad en la vestimenta masculina es el uso de mancuernillas (las cuales no deben de ser estrictamente de una marca cara), lo importante es que comunican poder y autoridad.
Asimismo, los colores lisos proyectan más poder que las prendas con patrones como rayas o cuadros, que comunican accesibilidad.
5) Evitar los errores de imagen más cometidos por los hombres, tales como:
a) Usar zapatos sin lustrar, desgastados o sucios.
b) Usar la talla incorrecta en la ropa.
c) Usar joyería. La única joya permitida es la argolla de matrimonio. El reloj no entra en esta categoría. Es un accesorio.
d) Portar el teléfono celular en el cinturón.
e) Guardar la pluma en la bolsa de la camisa.
6) Nunca olvidar el entorno profesional en el que se desenvuelve y el puesto que se ejerce. Usted es la imagen de la empresa donde trabaja, su apariencia su logotipo.
7) La higiene personal debe ser impecable. Un hombre de negocios respetable siempre cuida su higiene personal. La pulcritud es bienvenida en el mundo de los negocios, e incluye el peinado, salud de tu piel, aroma, aliento, manos y uñas recortadas.
No debe olvidarse que una imagen de alto nivel impulsará el éxito que quiera lograr, le hará distinguirse de los demás y le ayudará a proyectar una imagen confiable y de profesionalismo absoluto.
Redacción
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