En un mundo cada vez más poblado y con demandas alimentarias en constante crecimiento, la industria de alimentos balanceados para consumo animal en México está en una posición crucial. Con un mercado interno que demanda más carne, leche, huevo y pescado año tras año, el país enfrenta el reto de aumentar su producción de manera sostenible y eficiente para satisfacer las necesidades nacionales sin depender en exceso de las importaciones.
El Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos, ha destacado la importancia de esta industria al poner a disposición de los productores las fórmulas necesarias para alimentar adecuadamente a los animales destinados al consumo humano. La correcta alimentación no solo incide en la productividad pecuaria del país, sino que también tiene un impacto directo en la salud pública al ofrecer cárnicos sanos e inocuos a la población.
José Luis Munguía, presidente del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (CONAFAB), señala que el alimento balanceado representa hasta el 70% de los costos de producción de carne, leche, huevo y pescado. Es evidente que mejorar la eficiencia y la competitividad en esta área es esencial para garantizar la viabilidad económica de la producción animal en México.
A pesar de que México es el quinto productor mundial de alimentos balanceados, con una producción anual de 40 millones de toneladas métricas, el país aún depende en gran medida de las importaciones para cubrir la demanda de cárnicos. Este hecho refleja una oportunidad clara para el crecimiento y la expansión del sector agrícola y ganadero mexicano.
Datos recientes de la Secretaría de Agricultura federal revelan un aumento significativo en el consumo per cápita de carne de cerdo en los últimos años, lo que ha llevado a que aproximadamente el 50% de esta demanda deba ser cubierta con importaciones. Para abordar esta situación, es crucial que la industria de alimentos balanceados y toda la cadena de producción industrial de proteína animal se vuelvan más competitivas y eficientes, adaptándose a las necesidades cambiantes del mercado.
Alberto Casarín Valverde, presidente de Grupo Nutec, subraya la importancia de encontrar fórmulas para sortear los desafíos que influyen en las tendencias de la agroalimentación, tales como los altos costos de producción, los cambios en los hábitos de consumo, las tensiones geopolíticas, el riesgo de enfermedades en los animales y el cambio climático.
Para enfrentar estos desafíos, la industria debe aprovechar la biología molecular, la microbiología, la bioquímica y la ingeniería genética, manteniendo una inversión constante en investigación y desarrollo para optimizar las formulaciones del futuro. Esto permitirá no solo aumentar la producción de alimentos balanceados de manera eficiente, sino también mejorar la calidad y la inocuidad de los productos cárnicos ofrecidos al mercado nacional e internacional.
En resumen, México tiene un gran potencial para mejorar su posición mundial en la producción de alimentos balanceados y, en consecuencia, en la producción de proteína animal. Con una combinación adecuada de innovación, inversión y colaboración entre los sectores público y privado, el país puede convertirse en un líder global en la producción de alimentos balanceados y contribuir significativamente a alimentar a una población mundial en constante crecimiento.
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