La importancia de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) en la economía mexicana es innegable. Representan un motor fundamental para la generación de empleo, la dinamización de sectores clave y el fomento de la innovación. Sin embargo, la crisis mundial desencadenada por la pandemia ha puesto en riesgo su supervivencia, amenazando con un impacto devastador tanto en el ámbito económico como social.
Frente a este escenario, es imperativo que el próximo sexenio en México establezca un programa integral destinado a proteger y fortalecer a las PyMEs. Javier Arreola, reconocido experto en economía ha delineado una propuesta que merece atención y acción urgente por parte de las autoridades y el sector privado.
1. Gran Alianza entre gobierno y sector privado
La colaboración estrecha entre el gobierno y el sector privado es el primer pilar de esta propuesta. La magnitud de los desafíos actuales exige un esfuerzo conjunto para evitar la pérdida masiva de empleos y garantizar la supervivencia de las empresas. Este pacto debe incluir la asignación de recursos financieros significativos, con un enfoque especial en el apoyo a las PyMEs. La rapidez en la toma de decisiones y la implementación de medidas concretas es crucial para evitar un mayor deterioro económico.
2. Tipo de Apoyos
Duración: Las PyMEs necesitan más que préstamos, requieren líneas de crédito flexibles que les permitan mantenerse a flote durante la emergencia sanitaria y su posterior recuperación. Es crucial adaptar los programas de apoyo a las necesidades específicas de cada empresa, reconociendo su diversidad en tamaño y naturaleza.
Características de los apoyos: Los préstamos deben ofrecerse a tasas de interés mínimas y con períodos de gracia adecuados. El respaldo gubernamental a través de garantías es esencial para mitigar el riesgo crediticio y facilitar el acceso al financiamiento. Es fundamental establecer medidas que eviten el mal uso de los fondos y garanticen su correcta utilización para fines productivos.
Flexibilidades: Se deben incorporar medidas que alivien la carga financiera de las PyMEs, como la devolución inmediata del IVA a favor, la pausa en los pagos de servicios estatales y la condonación de intereses en ciertos rubros. Estas acciones contribuirán a mantener la liquidez de las empresas y preservar los empleos.
Ejecución: La distribución ágil y eficiente de los apoyos es fundamental para su efectividad. Se deben establecer mecanismos claros y transparentes para garantizar que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan, evitando la burocracia y la discrecionalidad en su asignación.
3. Reforma Fiscal
Si bien es una medida impopular, una reforma fiscal se hace inevitable para financiar las acciones de apoyo a las PyMEs y garantizar la sostenibilidad fiscal del país. Es necesario aumentar la recaudación tributaria y ampliar la base de contribuyentes, priorizando una distribución equitativa de la carga fiscal. Esta reforma debe ir acompañada de políticas que fomenten la formalización de la economía y promuevan la inclusión financiera de sectores actualmente excluidos.
En conclusión, el programa propuesto por Javier Arreola representa una hoja de ruta sólida y equilibrada para enfrentar la crisis económica y proteger el tejido empresarial mexicano. La implementación oportuna y efectiva de estas medidas es fundamental para preservar el empleo, impulsar la recuperación económica y sentar las bases de un desarrollo sostenible en el país. Es hora de actuar con determinación y unidad en defensa de las PyMEs, el verdadero motor de la economía mexicana.
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