Muchos bancos dependen todavía de visitas a sucursales para la apertura de cuentas y la validación de transacciones complejas. A pesar de los avances en la captura de biométricas como las huellas dactilares y la voz, al igual que el incremento en el acceso a portales en línea seguros, muchas instituciones financieras incluyendo bancos, SOFOMS, SOFIPOS, entre otros, siguen basando sus operaciones en la presencia física. Pero, ¿qué va a pasar cuando otra ola de COVID-19 requiera confinamiento?, ¿qué va a pasar cuando un huracán o un terremoto impida el acceso a las sucursales? El resultado podría ser desastroso tanto para la institución como para sus clientes.
Operamos cada día más en un mundo digital. Nuestros dispositivos inteligentes se han vuelto herramientas esenciales para el acceso a servicios desde bancarios hasta alimentarios y de viaje. Los gobiernos están implementando más y más sistemas electrónicos diseñados para el acceso a través de estos dispositivos que dan alertas en tiempo real a los ciudadanos, facilitan el cálculo y el pago de impuestos, rastrean los contactos de COVID-19 y mucho más. Organizaciones tanto del sector privado como del público están promoviendo el uso de aplicaciones móviles como el conducto para realizar sus operaciones con los ciudadanos.
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Por ejemplo, hoy en día tomamos por hecho que no tenemos que imprimir un pase de abordar para un vuelo. Llegamos al punto de seguridad y mostramos el código de barras del pase de abordar en nuestro dispositivo móvil, se escanea automáticamente y tenemos acceso al área de abordaje. Y aunque por ahora seguimos utilizando pasaportes físicos, es probable que no los necesitemos mucho más tiempo. Aún los pasaportes físicos se pueden escanear en quioscos electrónicos para darnos (o no) acceso a distintas partes del aeropuerto. Mientras estas facilidades son relativamente nuevas, las utilizamos como si siempre las hubiéramos tenido.
Con el incremento de nuevos jugadores en el espacio bancario en los últimos años, los bancos tradicionales están siendo inundados con el mismo consejo: innova o muere.
Cuando pegó la pandemia del COVID-19, este consejo se convirtió en una llamada de atención cuando las sucursales estaban cerradas y las personas estaban confinadas. Hoy en día, el problema del acceso a las sucursales no ha terminado. Seguimos viviendo los efectos de la pandemia y los huracanes, terremotos y riesgos de ataques cibernéticos siempre están presentes. Simplemente los bancos actualmente tienen una ventana de oportunidad muy chica para innovar y lograr ganar nuevos clientes y mantener a los que ya tienen. El reto es que la innovación tiene que ser inteligente y segura. Ahí es donde entra DICIO con sus soluciones de Remote Access, especialmente diseñadas para bancos mexicanos que les ayudaran a la continuidad de su negocio a pesar de que las sucursales no se encontraran abiertas y les dará alcances mayores en donde no las tengan.
En la sociedad post Covid-19 se ha establecido una mayor consciencia de la identidad como derecho básico. La identificación digital está al centro de la habilitación del acceso remoto que se basa en la existencia de la identidad digital. Las soluciones de identidad han crecido de manera acelerada. De hecho, un estudio reciente pronostica que el tamaño del mercado global de verificación de identidad posterior a Covid-19 aumentará en más de 200% a US$ $49.5 mil millones en 2026 versus US$23.3 mil millones en 2021. En el mismo estudio se nota que las interacciones digitales se han vuelto parte de la nueva normalidad, a pesar de que el regreso a los espacios físicos como escuelas, oficinas, restaurantes y eventos ya está en proceso.
Cada vez son más importantes las identidades online verificadas para nuestras interacciones diarias. Todas las personas tienen derecho a controlar el uso de su nombre y su firma, y también deben tener el derecho de poseer y controlar sus valiosos datos personales. “Como directivo de una empresa mexicana cuyas soluciones de identificación digital están diseñadas especialmente para la sociedad mexicana, estoy seguro de que DICIO podrá desempeñar un papel fundamental en el corto y largo plazo”, comenta Ricardo Torices, Director de soluciones biométricas en DICIO.
El impacto de las identificaciones digitales tiene implicaciones mucho más allá de la recuperación pospandemia y la recuperación de desastres. Al ser una forma segura e inmutable para que las personas puedan comprobar que son quienes dicen ser se crea un nivel de confianza que tiene implicaciones para todo de tipo de interacciones entre personas, empresas e instituciones públicas. Estamos comprometidos con hacer llegar el acceso a la identidad digital a los mexicanos, porque sabemos que la confianza es la esencia del desarrollo social y económico de las sociedades.
Por Miguel Espinosa Rescala, CEO en DICIO
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