El sector que más se afectó durante la recesión fue el de exportaciones manufactureras, pero también ha sido el que más ha avanzado durante la recuperación. Banamex reiteró su pronóstico de crecimiento del PIB en 5% para 2010, el crecimiento más alto desde 2006. Definitivamente, esta cifra refleja una fuerte recuperación tras la sustancial contracción económica de -6.1% del 2009.
Teniendo en cuenta los cambios en su visión 2011, las suposiciones sobre las respuestas de política no podrían permanecer inalteradas. Los cambios en la perspectiva macroeconómica de Banamex también implican un cambio en los dilemas de política, por lo cual indica que: Las autoridades, obviamente deberían responder de manera diferente ante un escenario donde los riesgos a la baja en la actividad son sustituidos por los riesgos al alza en la inflación.
En su opinión, las autoridades responderán organizando una estrategia en dos vertientes.
De acuerdo a sus analistas, la primera alza de 25 puntos básicos de Banxico tendrá lugar en octubre de 2011: en lugar de enero de 2012. Desde su punto de vista, ello implica un nuevo balance de riesgos sesgado a la inflación, suponiendo un ciclo de ajuste anterior, ello no debería ser una sorpresa. Creen que la subida inicial será seguida de otro aumento de 25 puntos básicos a finales de este año, llevando así la tasa de política para a un 5% para cerrar 2011.
Los expertos también consideran que las autoridades monetarias podrían optar por una reducción en el tamaño de la subasta mensual dólares. Un movimiento en este sentido supondría un gran alejamiento del patrón reciente entre los encargados de formular políticas para combatir la apreciación de la moneda en economías emergentes (EM).
No obstante, creen que tres factores podrían llevar a México a optar por esta opción:
1. En comparación con otras monedas de mercados emergentes, la apreciación reciente del peso contra el dólar ha sido modesta. En consecuencia, la tasa de cambio real multilateral no está afectando a la competitividad, un hecho coherente con el reciente desempeño del sector manufacturero.
2. Los altos precios del petróleo reducen el beneficio neto de la acumulación de reservas a través de la subasta mensual de opciones de venta de dólares. Responsables de política reintrodujeron este mecanismo en febrero de 2010 con el objetivo declarado de aumentar el ritmo de acumulación de reservas con fines cautelares. En los últimos meses, sin embargo, el aumento de los precios del petróleo también han dado lugar a la acumulación de reservas más acelerada. En consecuencia, creemos que las reservas podrían llegar a 129 mil millones de dólares a finales de este año. Este nivel de reservas preventivas parece bastante satisfactorio, pero también implica un ritmo de acumulación que podría complicar el manejo de liquidez del día a día. Desde una perspectiva de costo-beneficio, la reducción de ese ritmo podría ser conveniente, sobre todo porque la Línea de Crédito Flexible (LCF) con el FMI se ha ampliado por dos años y aumentó a 73 mil millones de dólares.
3. La fortaleza del peso también es muy útil para mantener bajo control las presiones inflacionarias. Reiteramos que, según nuestros cálculos, suponiendo un nivel de tipo de cambio de 12.00 pesos por dólar a finales de 2011 -y la trayectoria posterior de un peso más fuerte durante todo el año – podría restar 15 pb de la inflación anual. En un contexto de presiones inflacionarias al alza, creemos que esta contribución podría ser especialmente importante durante el segundo semestre de este año.
Como resultado, los analistas de Banamex esperan que el tipo de cambio cierre 2011 en 12.0, por debajo de 12.50 en nuestro pronóstico anterior. Un escenario de política monetaria más restrictiva en las condiciones que hemos descrito constituye el elemento convencional de la estrategia de dos vertientes que se prevé. El segundo elemento – una reducción en el tamaño de la subasta mensual de opciones de venta de dólares – es sin duda más polémico. Sin embargo, manteniendo todo lo demás constante, una mayor tasa de crecimiento en América del Norte es constructiva para la fortaleza del peso y, por lo tanto, esperar un menor tipo de cambio no debería ser una sorpresa.
Desde este punto de vista, suponer una reducción en el tamaño de la subasta mensual en algún momento de este año a 300 millones de dólares –desde su monto actual en 600 millones– podría ser visto como una premisa que simplemente refuerza la direccionalidad de la tendencia subyacente, lo que lleva nuestro pronóstico a un nivel de 12.00 pesos por dólar a finales de 2011.
Fernando Heredia con información de Banamex