Bajo la premisa de que las empresas con personal feliz son más productivas y que las personas felices son más exitosas, Sergio Badillo Bueno consultor empresarial, invitó a los empresarios PyME a reflexionar que hemos venido al mundo a ser felices y compartió los puntos para conseguir un negocio pleno.
El consultor explicó que al crecer los seres humanos perdemos la capacidad de ser felices por lo que es necesario desaprender, regresar a cuando éramos niños y disfrutábamos con todo, “porque lo que me afecta de afuera es algo e que llevo al interior de la empresa y eso deriva en empleados infelices”.
Pero no sólo se trata de estar contentos y mucho menos conformarse con lo que se ha logrado, Badillo enumeró las que considera son las habilidades más importantes para alcanzar el éxito:
– Soñar. Todo el mundo está hecho de sueños y tiene dos alternativas, ver el futuro en blanco y negro y esperar a ver qué pasa o construir el futuro todos los días.
– Servir. Sentimos que es algo de segunda, que no es digno, pero el cliente es el que paga y no sólo el final, si no se atiende bien a los proveedores y clientes internos éstos no darán una buena atención al cliente final, así que hay que poner atención a ellos también.
– Permitir. Hay que ponerse de acuerdo para construir políticas sin quitar libertad, siempre con respeto a los demás y no es anarquismo sino participación. Piensa que una emoción negativa te lleva a una propuesta de mejora así que hay que invitar a participar a los que piensan diferente.
– Consensuar. Hay que ponerse de acuerdo, muchas empresas se manejan con base en lo que quiere el director y no el cliente, pero eso es un error, hay que optar por la planeación estratégica participativa e invitar a los demás a fijar metas para que tengan el deseo de superarlas.
– Anticipar. Hay cosas que sabemos que van a pasar y van a ser un problema por ello hay que tener una solución antes como un plan de sucesión o testamentos. Pero no hay que exagerar un ejemplo es, no desconfiar de todos, si alguien te roba mételo a la cárcel.
– Organizar. Saber quién es el responsable de cada función, para ello hay que hacer la descripción y análisis de puestos.
– Avanzar. Se trata de motivación pero con reflexión porque todos dicen saber cómo hacerlo pero los niveles de motivación cada vez son más bajos.
– Evolucionar. Es importante la institucionalización, romper paradigmas, entender que lo que funcionó ayer no tiene porque obtener hoy los mismos resultados.
Finalmente el consultor exhortó a los empresarios a identificar qué tipo de administradores son: “hay gente que cree que hay un sólo pastel y quieren quedarse con la mayor parte; pero los que ganan buscan nuevos pasteles”.
En ese sentido explicó que tener una actitud de liderazgo implica creer en los demás, buscar sinergias, hablar con los clientes y proveedores e interesa por los demás.
Ariadna Cruz
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