Generalmente cuando se habla de LTE y WiMAX, se plantea una relación excluyente entre estas dos tecnologías, como si una tecnología opacara a la otra o como si el desarrollo de una de ellas significara la irremediable desaparición de la otra. Pues bien, contrario a la percepción general, LTE y WiMAX son dos excelentes alternativas inalámbricas de gran porvenir e, incluso, con un futuro como tecnologías aliadas y complementarias.
LTE y WiMAX tienen semejanzas, de hecho Motorola, compañía líder en tecnologías inalámbricas, basó buena parte de su desarrollo LTE en su amplia experiencia con WiMAX, debido a la gran similitud en la interfaz de aire de estas dos tecnologías. En el primer sistema comercial LTE de Motorola, la misma radio base que se emplea para WiMAX es usada en LTE. Sin embargo, en la práctica, se trata de dos productos tecnológicos independientes que permiten prestar servicios y aplicaciones dirigidos a los mismos o diferentes mercados y clientes.
Ambas tecnologías pueden satisfacer necesidades de acceso a banda ancha en zonas donde las conexiones cableadas no están disponibles, tales como zonas rurales o suburbanas. Su carácter inalámbrico dará movilidad y portabilidad a los clientes que posean dispositivos con chips integrados. Servirá también para otras aplicaciones, como por ejemplo, Voz sobre IP (VoIP), sistemas de video vigilancia y distintas aplicaciones de datos (lectura de dispositivos de consumo eléctrico, monitoreo de signos vitales en el campo de la medicina, etc).
En el caso de LTE, las proyecciones dejan entrever claramente que contará con usuarios a gran escala, entregándoles transmisión de datos muy superiores a las tecnologías inalámbricas actuales. Con sus velocidades, los usuarios podrán bajar canciones en cuestión de segundos, ver televisión de alta definición en sus dispositivos y tener una conectividad a Internet a alta velocidad, que posibilita una verdadera banda ancha personal.
Actualmente, WiMAX está más avanzado que LTE, pues su desarrollo es anterior y ya está disponible comercialmente en todo el mundo. Por su parte, la llegada de LTE —estimada a partir de 2011 para América Latina, luego de Europa y Estados Unidos— dará lugar a la creación de un ecosistema tecnológico que permitirá la movilidad inalámbrica total, pues con LTE no habrá barreras para conectarse en cualquier lugar y a cualquier hora, y estará basado, justamente, en la combinación de las sinergias de WiMAX y LTE.
Es así como el escenario de la próxima generación de redes inalámbricas estará dado por un ecosistema convergente. Si bien, LTE prevalecerá como tecnología con una masa crítica de usuarios superior, estará apoyada por otras alternativas de acceso, principalmente WiMAX, que complementarán sus funciones y ayudarán a lograr la movilidad inalámbrica total.
Roberto Reyes, Director de Ventas para Redes 4G de Motorola