Luego de que la Organización Mundial de Comercio (OMC) emitiera el fallo que puso fin al embargo atunero impuesto por Estados Unidos a México hace 30 años, Miguel Ángel Velázquez Elizarrarás, de la Facultad de Derecho (FD), advirtió la debilidad de la parte mexicana, por lo que la producción seguirá afectada.
En la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM) Velázquez Elizarrarás calificó de trascendente la decisión de la OMC, pero alertó sobre el entorno político y jurídico en que ocurre el desenlace. “Es una práctica de Estados Unidos no acatar las resoluciones adversas del órgano de solución de diferencias”, refirió.
Dijo que si el país del norte no atiende la resolución, habrá “mecanismos de retorsión”, lo que significa que es probable que nuestro país tenga la posibilidad de adoptar una medida equivalente al daño causado por no remover el embargo al atún mexicano.
No obstante, el experto en comercio exterior recordó la presión que ejercen los criterios y regulaciones ambientalistas. “En este contexto, el problema con esta especie tiene un componente legítimo que no debe olvidarse: aún si la Unión Americana y su flota son responsables de la muerte de miles de delfines, México también ha contribuido a este infortunado suceso”.
Desde su perspectiva, las medidas estadounidenses para proteger su mercado con pretextos ambientalistas, emprendida hace 30 años, se fundamentaron “en una concepción de leyes extraterritoriales, rechazadas en el organismo de resolución de controversias”.
Añadió que “la regulación protege al método de pesca más que a los delfines, con el paradójico resultado de que incluso si México ha alcanzado y superado los estándares de protección a los que aspiraba la regulación, le es negado el acceso al mercado del norte con recursos no avalados por ningún sustento científico, sino por meros formalismos e incluso en subterfugios de carácter legal”, señaló.
Según el jurista, el escenario inmediato es cumplir con los requisitos legales; sin embargo, consideró que al término de los 15 meses previstos, la parte estadounidense no adoptará una medida consonante con el acuerdo de la OMC.
Advirtió que Estados Unidos, por la presión de grupos ecologistas, creará una modalidad a esas reglamentaciones y seguirá la afectación, es decir, buscarán medidas vigentes con el acuerdo sobre los obstáculos técnicos al comercio, pero con mermas a las exportaciones del atún.
Otro escenario posible, desde la perspectiva del académico, es que el embargo se mantenga y que México adopte el recurso jurídico de retorsión. La medida no permitirá que el recurso se exporte a Estados Unidos, porque nuestro país incrementará los aranceles a otros productos estadounidense, en proporción al perjuicio causado”.
Ariadna Cruz con información de la UNAM