Un número considerable de medianas empresas aún recurre a hojas de cálculo como medio para llevar a cabo sus operaciones de análisis, planeamiento y definición de presupuestos. Así, quedan “inundadas” con planillas que contienen datos poco confiables o desactualizados y que llevan a errores y al caos operativo. En este contexto, llevar un control efectivo y el tener la capacidad de tomar decisiones adecuadas y oportunas es casi imposible. Este problema podría resolverse gracias a las tecnologías de análisis y planeamiento disponibles, pero son pocas las empresas de este tamaño que cuentan con presupuesto para incorporarlas. ¿Qué hacer, entonces?