
Ante la preocupación de las autoridades sanitarias por la continuidad de casos de influenza humana, desde el pasado 27 de abril se ordenó la suspensión parcial temporal de actividades en restaurantes que consiste en la imposibilidad de brindar servicios para el consumo de alimentos y bebidas al interior del establecimiento, permitiéndoles únicamente realizar la venta para el consumo fuera del local.