¿Conoces el estado en el que se encuentran los servidores de tu empresa? Intel te presenta las principales ventajas que se pueden obtener al renovar los servidorescada tres años, esto con el objetivo de optimizar la productividad de todas las operaciones, mejorar la seguridad de los datos estratégicos y brindar a los empleados la mejor experiencia de trabajo.
Tomando en cuenta que un servidor es el corazón tecnológico de la empresa y que este controla la operación de la misma al procesar y almacenar toda la información de los datos más estratégicos, es fundamental evaluar los síntomas que pueden reflejar que un servidor necesita ser renovado.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por Intel, después de dos años, los costos de la compañía para el mantenimiento de un servidor antiguo se elevan en casi un 30%, debido a las refacciones. Luego de tres años, los fabricantes ya no ofrecen garantía y el costo de los componentes internos del servidor incrementa alrededor de un 50%, con respecto a su valor original.
Si la recomendación de la renovación de las PCs es cada tres años, para los servidores debe ser de máximo cuatro años, entendiendo además que el dimensionamiento de los sistemas se realice de forma correcta. Un servidor debería durar tres años aproximadamente, siempre y cuando el crecimiento de la empresa durante ese periodo se haya considerado.
Tomando en cuenta la recomendación anterior, un servidor nuevo puede proporcionar hasta un 250% mayor desempeño que uno de hace cuatro años, logrando que la compañía obtenga ahorro de energía de hasta un 50%, en comparación con la versión anterior.
Es muy importante que las empresas consideren los costos generados por los equipos antiguos en la oficina y además evalúen el ahorro que pueden obtener en energía y costos de mantenimiento, así como todas las mejoras en productividad y desempeño. Las nuevas tecnologías han disminuido radicalmente sus costos, lo que permite comprar equipos más robustos logrando incrementos de hasta 300% en desempeño y a menores precios.
Para que los usuarios y profesionales de TI de las compañías aprendan a diagnosticar el estado de un servidor, Intel presenta los cinco principales síntomas para renovarlos:
1) Lentitud en la ejecución de los procesos de información, un procesamiento que antes les tomaba minutos, ahora se demora muchas horas e incluso días.
2) Ataques frecuentes de virus y malware en la red de la empresa.
3) Falta de espacio para almacenamiento, así como la frecuente pérdida de información.
4) Poca capacidad de innovación. No se logra incrementar sistemas, procesos o capacidades debido a que los equipos no son lo suficientemente robustos.
5) Solicitudes frecuentes para requerir soporte de software y seguridad de los equipos. En ocasiones no se logra porque las garantías han expirado.
Por Gaby Gallardo, gerente de Marketing de Negocios de Intel para América Latina
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