El éxito es subjetivo y relativo, depende de nuestras convicciones personales. El fracaso, por otro lado, se entiende siempre de la misma manera: la incapacidad para lograr un objetivo determinado de antemano.
Estas son las razones que pueden estar llevándote al fracaso:
1) No entender el valor del tiempo
Llegar tarde a las citas de manera recurrente. Dar fechas de entrega y no cumplirlas. Hacer promesas al aire sin evaluar si podrán cumplirse en tiempo y forma. Un emprendedor comprometido valora su tiempo y el de los demás. Hace primero lo que tiene que hacer y después lo que quiere hacer.
2) No tener actividades alineadas con tus metas
¿Por qué no logro mis metas si trabajo tanto? Trabajar mucho no es lo mismo que trabajar eficientemente. Elimina de tu agenda aquellas actividades que te generan un costo (económico, de tiempo u otros) pero no representan un beneficio.
3) No asumir responsabilidades
Al buscar a otros a quien culpar en lugar de asumir la propia responsabilidad, perdemos de vista aquello que realmente está en nuestras manos. Antes de buscar fallas en otros, busquemos las propias y concentrémonos en mejorarlas. Encontraremos que hay mucho trabajo por hacer ahí.
4) Tener limitaciones autoimpuestas
A veces, nosotros somos nuestros peores enemigos y nos la pasamos diciéndonos cosas como: “no soy suficientemente bueno”, “yo no sirvo para eso”, etcétera. Es una forma de apuntar bajo para no fallar, pero se convierte en obstáculo para nuestras metas.
5) Ser muy buenos… para presentar excusas
Uno de los empresarios más exitosos de México tiene esta frase en su oficina: Las personas que no pueden dar resultados, dan excusas. Una de las enfermedades más graves de los emprendedores es la “esquezofrenia”: “Es que está muy lejos”, “Es que está muy caro”, “Es que la gente no tiene dinero”, “Es que el país está en crisis”. En estas mismas condiciones, hay personas que están ganando dinero y teniendo éxito.
6) Procrastinar
Se refiere a aplazar las actividades que sabemos que tenemos que realizar. Hay tres formas de hacerlo:
– Conscientemente dejar para después lo que debes hacer.
– Escapes creativos: te ocupas de decoración navideña de la oficina, en lugar de las tareas que tienes pendientes.
– Prioridades invertidas: concentrarte en lo URGENTE en logar de lo IMPORTANTE.
Si necesitas asesoría o información sobre este tema escríbeme: eila@winking.mx o contactarme en Twitter @EilaZalles.
¡Éxito y suerte!
Eila Zalles
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