Estos días en los que nos bombardean de mensajes e imágenes de los distintos candidatos a la presidencia de México resulta difícil no perdernos y encontrar, entre tanta información, propuestas concretas. Después de explorar diversas comunicaciones, vemos que prácticamente todos coinciden en el “qué” pero ninguno nos dice el “cómo”. Los candidatos hablan de forma general en desarrollar empleos, fortalecer MiPyMEs, ampliar créditos o apoyos, pero no se considera lo que ya se ha hecho, de lo que ya hemos aprendido; lo que hoy sí funciona.
El prometer apoyos financieros para crear o fortalecer micro, pequeñas y medianas empresas sin que exista un racional atrás, sin que los destinatarios sean negocios de bajo riesgo, estables y con futuro, más que ayudar, sólo fomenta una política poco competitiva en el mercado. Conocemos el alto índice de mortandad de nuevas empresas por lo tanto se debe buscar apoyar negocios que sean probados, exitosos y viables, que operen dentro de la economía formal y que brinden empleos bien capacitados y dignamente remunerados, que estimulen el desarrollo local y generen riqueza para los involucrados.
Existe desde el 2007, el Programa Nacional de Franquicias (PNF) que, con sus altibajos y procesos de aprendizaje, ha probado ser un programa eficiente y que funciona. Sin embargo este año recibirá menos recursos y, a pesar de que la Asociación Mexicana de Franquicias está promoviendo un acercamiento con todos los candidatos y los principales exponentes de este sector de la economía nacional, ninguno se ha pronunciado públicamente sobre el tema.
Resulta básico que los candidatos estén bien informados sobre este modelo de negocio y su importancia. Que se comprometan a fortalecer, promover y desarrollar el sistema empresarial; entender lo que las franquicias son y lo que no son, erradicar mitos como que sólo son negocios de comida, de alta inversión y de origen extranjero.
La franquicia es un modelo empresarial que permite replicar un negocio rentable y probado, así como su expansión a nuevos mercados, aprovechando recursos de terceros (franquiciatarios) quienes en virtud de un contrato, acceden a la marca, a la experiencia, al conocimiento y a la tecnología (know-how) del franquiciante, minimizando riesgos, optimizando recursos y generando beneficios para ambas partes, quienes mantienen su independencia jurídica y económica.
El sector representa al menos mil 320 marcas, de las cuales el 78% son mexicanas; cerca de 55 mil puntos de venta; más de 482 mil empleos directos y otros tantos indirectos -8 empleos promedio por punto de venta-; 83 marcas mexicanas con presencia en el extranjero y una facturación anual global de 28 mil millones de dólares, cifra que ya pinta en el PIB nacional. Hay que destacar que los negocios en franquicia viven en promedio más de 5 años.
Si no nos comprometemos a fortalecer y desarrollar a las MiPyMEs que generan entre el 80 y el 90% de los empleos del país, atender sectores estratégicos y fundamentales como infraestructura turística, minería, construcción, sector energético y reactivación del campo, no serán medidas suficientes para abatir la pobreza que afecta al país.
Josefina Vázquez Mota, ofrece acertadamente “Fortalecer el Mercado Interno, abatiendo la informalidad, desregular a la vez que ofrecer mayor certeza jurídica y reglas más claras; financiar MiPyMEs a través de la Banca de Desarrollo, así como crédito popular para emprendimiento y fomentar la competencia económica”. Sin embargo habría que observar que su estrategia hacia las MiPyMEs, además de brindarles apoyo financiero, requiere mayor definición en otras maneras de fortalecer a este tipo de empresas y más claridad en la relación existente entre el fortalecimiento empresarial y el combate al desempleo.
Enrique Peña Nieto se “compromete a crecer para generar más y mejores empleos, fomentando la competencia económica, incrementando la inversión en infraestructura y facilitando el acceso a créditos productivos a través de la Banca de desarrollo”. Si bien en su propuesta encontramos una relación empleos/desarrollo económico, habría que concretar de igual forma, además de los financiamientos, cómo pretende fortalecer a la MiPyMEs o a la cultura emprendedora del país.
Andrés Manuel López Obrador propone “reorientar el gasto público, fortalecer el mercado interno, una política de Estado para el fomento de la pequeña y de la mediana empresa, proponiendo créditos baratos; protección ante precios exagerados de insumos, de impuestos altos y del burocratismo”. De su propuesta se desprende una vez más el financiamiento y la desregulación, sin embargo su planteamiento es proteger a las MiPyMEs, pero se abstiene de explicar cómo fortalecerlas y hacerlas más competitivas.
Gabriel Quadri considera que “el crecimiento económico será resultado de la estabilidad macroeconómica, inversión privada, capital humano, y educación de alto desempeño, competencia económica; propone también eliminar barreras a la entrada y a la competencia”. No habla en principio de los créditos, sí propone la educación de alto desempeño, pero la educación, al igual que el financiamiento no son soluciones individuales.
Señora y Señores Candidatos están en lo correcto. Se requieren apoyos financieros y créditos accesibles y claros, sin olvidarse de fortalecer los existentes que sí funcionan –PNF- para desarrollar y fortalecer a las MiPyMEs actuales y nuevas en el país. Pero el financiamiento por sí solo no será suficiente. Además de construir y formar empresas, necesitamos formar y educar empresarios, fomentar la cultura emprendedora desde nuestras escuelas y comunidades; promover el empleo competitivo, bien capacitado, trabajos productivos que generen riqueza y bienestar al trabajador, al empresario y al país; fomentar el autoempleo dentro de la economía formal y no por necesidad, sino por convencimiento; ofrecer incentivos para los proyectos nuevos o existentes, pero recaudando impuestos, desregulando pero permitiendo un juego justo con reglas claras.
La creatividad e inventiva en nuestro país no tienen límite. El empuje y el esfuerzo de los mexicanos es espectacular y lo encontramos todos los días; pero hay que encaminarlo para que todos estos recursos no queden estériles generando frustración al no lograr resultados. Debemos alinear todos los órdenes de gobierno y estimular a los pequeños y medianos empresarios y a los que tienen la vocación y quieren serlo para que desarrollen su potencial y sean exitosos; al final ¿no son ellos los que generan 8 de cada 10 empleos?
Señora y Señores Candidatos, los invito a explorar más el mundo de las franquicias y sus bondades, acercarse al sector y tomar este modelo de negocios como parte de su estrategia económica y política pública, o de momento, como parte de sus propuestas de campaña.
Por Enrique Alcázar, Director General Alcázar & Compañía
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