Aunque el apostar puede ser una conducta insana que lleva a muchas personas a perderlo todo, hay apuestas que vale la pena hacer, y más cuando se sabe que traerán como consecuencias grandes satisfacciones, es el caso de apostar por uno mismo.
Helios Herrera, consultor en desarrollo humano y productividad, explica que el apostar es una conducta que obedece a una fe extraordinaria en que algo va o no a pasar.
Entonces pregunta: ¿cuántas veces en tu vida has tenido suficiente fe en ti mismo como para apostar?
El consultor propone analizar las apuestas simples como “apuesto a que este mes bajo de peso, a que dejo de fumar o a que llego temprano a mi trabajo todos los días”.
Algo sencillo como comprometerse a pasar más tiempo con la familia o ayudar a alguien, es una manera de impulsar el potencial personal, de ponernos a prueba para poder cumplir metas.
Herrera propone, “cree lo suficiente en ti como para decir hoy voy a hacer un esfuerzo consciente y contundente por ser feliz”, piensa que una simple apuesta por ser mejor cada día transformará todo tu alrededor, y que tu felicidad y compromiso puede impulsar a los demás a ser mejores.
Ariadna Cruz