Según la INEGI, las PyMEs representan más del 95% de todas las empresas en el país. Este crecimiento se ha acentuado especialmente durante la última década, debido a las reformas que las autoridades han puesto en marcha para poder disminuir las trabas tanto en la apertura de nuevos negocios como en su funcionamiento, desde el punto de vista de apoyos financieros y también de logística para poder exportar.
Cabe señalar que no se puede entender el crecimiento económico de México sin mencionar la importancia de las PyMEs, ya que representan el sector que más ha generado empleos y, como consecuencia, un aumento en la producción y el consumo. Independientemente de las razonas explicadas anteriormente, existen dos factores principales, entre otros, que explican el crecimiento de las PyMEs durante los últimos años: el primero es el comercio internacional y el segundo es la competitividad en el mercado.
Con la liberalización comercial, México se ha convertido en uno de los países con el mayor número de tratados y convenios comerciales en el mundo. Debido a la globalización, las empresas pueden adquirir la tecnología necesaria, el avance de las telecomunicaciones y muchas veces el financiamiento necesario para poder competir en el mercado mundial y, por ende, contribuir al crecimiento económico del país.
Otro factor que puede explicar el crecimiento de las PyMEs es la competitividad. La disponibilidad de algunos factores de producción, como la mano de obra calificada, materias primas, disponibilidad al crédito (aunque no siempre con una tasa de interés competitiva, pues México es uno de los países del TLC que las tiene más altas en cuanto a créditos se refiere) contribuye a que la empresa tenga economía de escala y así poder vender un producto de alta calidad y a un precio competitivo.
Para poder continuar con el crecimiento de las PyMEs, el gobierno debe crear las condiciones necesarias que permitan una competencia justa, es decir disminuir el poder monopólico de las grandes empresas y poder participar en iguales condiciones en las licitaciones. Asimismo, se debe fomentar el acceso a créditos con tasa de interés razonable y, especialmente, poner en marcha una política económica que pueda garantizar el buen comportamiento de las variables macroeconómicas del país.
Mtro. Bendreff Desilus Profesor de la Facultad de Negocios
Líder de opinión Universidad La Salle
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