El presente siglo se nos presenta como una época de cambios vertiginosos donde los ciclos de vida de los productos y las tendencias de los mercados evolucionan a una velocidad cada vez mayor, dejando poco espacio para los errores y las formulas tradicionales del mundo de las empresas del siglo pasado. Estos fenómenos están generando impactos severos en las economías de la mayor parte del planeta, desde los países con mejores niveles de desarrollo integral hasta los más industrializados del mundo, provocando incertidumbre y precariedad social a sectores de la población que antiguamente gozaban de una calidad de vida sustancialmente superior a la del promedio mundial.
Estas nuevas tendencias están llevando a una creciente parte de la población a buscar nuevas soluciones que les ayuden a generar fuentes de ingresos alternativas que les permitan mantener la calidad de vida de sus familias y estar preparados para las inevitables eventualidades que a menudo afectan la economía familiar. En particular dos grandes fenómenos están impulsando esta nueva corriente emprendedora a nivel mundial; la erosión de la empleabilidad y el aumento en la esperanza de vida.
Esperanza de vida y empleabilidad
Los continuos cambios tecnológicos a la vez que generan soluciones novedosas y eficientes para muchas problemáticas cotidianas en las necesidades de las personas o las empresas, también generan pérdidas de fuentes de trabajo o reducción de la productividad de las personas respecto de los nuevos programas computacionales o sistemas de producción automatizados, contribuyendo al fenómeno de la erosión en la empleabilidad a nivel mundial, donde cada vez presenciamos con mayor intensidad una disminución de las fuentes de trabajo, particularmente en los sectores de personas con menos experiencia y a la vez de las personas que ya están cercanas a la edad de jubilación, mientras que por otra parte este mismo avance científico y tecnológico está generando un aumento sin precedentes en la esperanza de vida de las personas, particularmente en los países con ingresos medios y altos como los nuestros.
Estos fenómenos nos llevan a que por una parte podemos ver extendida nuestra etapa productiva al vivir cada vez más años y por consiguiente tener que ahorrar una cantidad mayor de dinero para la época en que ya no podamos desarrollar actividades formales en el mercado del trabajo, pero por otra parte vemos que las oportunidades en este mercado formal de trabajo son cada vez menores y además con ingresos pequeños en relación al nivel de ahorro requerido para optar precisamente a estos nuevos avances médicos, particularmente en términos de medicina preventiva.
Todos estos elementos nos llevan a ver en el emprendimiento individual o colectivo una alternativa financieramente interesante para estar preparados para estos desafíos, invirtiendo principalmente nuestro tiempo en proyectos con alto potencial de desarrollo en el largo plazo que nos permitan ahorrar y estar preparados para estos fenómenos que solo se agudizaran en las próximas décadas.
Mtro. Angelo Gordillo A. Director Incubadora de Negocios Universidad Anáhuac
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