Entre los hombres y las mujeres existe una brecha económica y cultural: un vasto espacio en el que los mandatos de género gobiernan las oportunidades y los desafíos en el entorno profesional. En el área de la tecnología, las distancias son aún más explícitas. Si bien cada vez hay más demanda y se generan más roles alineados con carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (disciplinas STEM), la población de mujeres que decide perseguir estas carreras no lo refleja.
Según un estudio del Instituto de Investigación Girl Scout, 81% de las adolescentes demuestran interés en seguir carreras STEM pero sólo un 13% las consideran como sus primeras opciones. De igual modo, en Argentina, mi país de origen, estadísticas relevadas por Chicas en Tecnología y Medallia revelan que solamente el 16% de los inscriptos a carreras relacionadas a Programación son mujeres.
Pero no hay motivos por los que nos sintamos así y es bueno recordar que la inteligencia, los skills, el talento y la capacidad no distinguen de género. Hoy, la industria está buscando abrir puertas y adaptarse para, así, ayudar a las mujeres a insertarse en el competitivo mercado laboral y convertirse en futuras líderes en tecnología con total igualdad de condiciones que los hombres.
Las organizaciones y el apoyo a la igualdad
Cada vez más organizaciones están implementando transformaciones importantes. Mujeres en todo el mundo hoy cuentan con el apoyo de instituciones como Women Who Code o Laboratoria. La primera es una ONG cuya misión es ayudar a crear un mundo donde las mujeres están representadas proporcionalmente como líderes técnicas, ejecutivas, fundadoras, inversoras, directoras de juntas e ingenierías en informática. La segunda, una startup latinoamericana que recluta a jóvenes mujeres con talento en tecnología y les brinda acceso a educación y, posteriormente, trabajo en el sector digital. La organización ayuda a sus alumnas a triplicar los ingresos que tenían antes de entrar en el programa.
Muchas empresas también están haciendo de la equidad de género su prioridad. Marc Benioff, Co-CEO de Salesforce, invirtió entre 2015 y 2017 más de ocho millones de dólares para eliminar una brecha salarial detectada entre sus empleados de distinto sexo. Por su cultura organizacional inclusiva y diversa, Fortune y Great Place to Work nombraron a Salesforce como la compañía con mejor ambiente laboral para mujeres en el 2018.
Cada vez más compañías también se dan cuenta que el liderazgo no distingue géneros. En un caso histórico, otro de nuestros partners, Zendesk, decidió incorporar 3 mujeres muy destacadas a su Junta Directiva justo antes de lanzar su IPO en 2014. Así, su equipo de dirección de 7 personas pasó a estar conformado por 4 hombres y 3 mujeres.
En Aivo, ofrecer las mismas oportunidades a hombres y mujeres es un compromiso desde el primer día. Siendo una empresa de tecnología e innovación global, queremos liderar con el ejemplo. Nuestro staff busca ser balanceado y promovemos una cultura que no distingue de géneros, sino mérito. El 45% de nuestro equipo está compuesto por mujeres y el 41% de los cargos directivos o líderes de área están ocupados por ellas. Además, la compañía ofrece programas de educación para todos aquellos que quieran potenciar sus carreras, sin distinción, y licencia extendida por paternidad.
¿Cómo continuar impulsando el cambio?
Con la diversidad todos ganamos, empleados y empresas. La suma de diferentes habilidades, conocimientos, personalidades y experiencias permite un mejor entendimiento de los diversos segmentos del mercado y de los intereses de los consumidores. El respeto por la pluralidad y la eliminación de los estereotipos enriquece también el ambiente laboral y las relaciones entre los empleados. Es más, un estudio realizado por el Center for Creative Leadership y Watermark muestra que las organizaciones con un elevado porcentaje de mujeres tienen una satisfacción laboral más alta, la dedicación de los empleados es mayor y el riesgo del burnout decrece. Y todo esto impacta finalmente en una importante mejora de la productividad.
La discriminación y los prejuicios no hacen más que acrecentar las tensiones y alimentar un ambiente laboral y social que no potenciará a las empresas. Trabajar por el respeto, reconocer las diferencias y fomentar la diversidad son los primeros pasos.
Para posicionarnos a ambos géneros en igualdad de condiciones en el ámbito laboral, el cambio tiene que empezar por nosotros. Es necesario romper con los estereotipos de género y tomar conciencia de los mandatos naturalizados que inconscientemente seguimos.
Cuando ingresé en el equipo de Desarrollo de Aivo en 2015 era la única mujer. Allí aprendí a trabajar constantemente entre hombres, adaptándome y ellos siempre me respetaron. Hoy, ya somos casi el 20% del equipo mujeres, con planes de que seamos más.
Personalmente, me siento afortunada de trabajar en tecnología, donde estamos creando cosas nuevas todo el tiempo. Cada individuo tiene algo que aportar a esta industria independientemente de su género. Lo cierto es que hoy las mujeres nos estamos ganando el lugar que merecemos en tecnología, sin que nos tengan en cuenta por ser mujeres, si no por las capacidades que tenemos adecuadas para el puesto que ocupamos.
En Aivo todos compartimos la misma pasión, y la diversidad hace que tengamos un estilo propio, con el aporte que cada uno le proporciona y la manera en que los miembros del equipo aborda cada desafío. Esto enriquece y establece un marco de trabajo colaborativo, donde todos, con sus fortalezas y debilidades, aprendemos continuamente.
María Celeste Frascaroli, Product Manager en Aivo
Recuerda dejarnos un comentario
RECOMENDAMOS Unen esfuerzos para traer tecnologías verdes
Te compartimos el siguiente vídeo