Pensar en obtener un crédito es algo que en el sector microempresarial genera cierta resistencia, debido a malas experiencias originadas por una carente educación financiera, no obstante, el crédito bien manejado puede convertirse en el mejor catalizador para la expansión de cualquier negocio.
Por ejemplo, “un crédito bancario siempre resultará más barato que atraer socios”, ya que éstos exigirán siempre un porcentaje sobre las utilidades, “mientras que el financiamiento se maneja con una determinada tasa de interés. Si todo marcha bien en el negocio, las utilidades siempre serán más altas que las tasas del crédito”, explicó Xavier Briseño, director general de Neve e Gelato, empresa que ha recurrido al crédito en más de tres ocasiones para impulsar su crecimiento.
Sin embargo, lo más recomendable es pedir líneas de financiamiento cuando no se requieren. Así lo explicó Víctor Calderón, director de banco ArCcanto: “tramitar un financiamiento requiere tiempo y papeleo. Si se logra antes de que la empresa lo necesite, tendrá ese dinero a su disposición cuando se le presente una oportunidad de negocio”.
Una práctica errónea, pero habitual en las MiPyMEs que recurren al crédito, es solicitarlo a sus proveedores, en lugar de acudir al sector formal.
Si revisaran “las tasas que manejan sus proveedores por ese financiamiento, verían que están pagándolo mucho más caro. En el sector financiero las tasas promedio son del orden de TIIE más 10 a 13 puntos, mientras que con los proveedores puede ser de 3% mensual”, detalló Patricia Armendáriz, directora de la unión de crédito CrediPyme.
Elige la institución más apropiada para tu negocio
La clave para que el sector microempresarial pueda beneficiarse ampliamente de los productos bancarios es elegir instituciones donde les ofrezcan productos financieros diseñados con base en sus características específicas.
“Los parámetros que funcionan bien a la banca comercial para compañías más grandes, pueden no resultar para muchas de las PyMEs. Sí hay productos y recursos en el mercado, pero a ellos les hacen falta ejecutivos especialistas en esta forma de financiamiento”, afirmó Víctor Calderón, de ArCcanto.
¿Cómo sacarle el mejor provecho a los créditos?
Víctor Calderón, de ArCcanto, sugiere:
Elegir el préstamo con base en el destino que pretende dársele. Por ejemplo, solicitar líneas de capital de trabajo abiertas o arrendamiento financiero para maquinaria o remodelar local. Mantenerlas abiertas para el momento en el que se necesitan.
Lo ideal es que primero un asesor ponga en orden la empresa, analice sus necesidades de crédito y después, elija entre todas las opciones crediticias del mercado la más conveniente para el negocio.
Patricia Armendáriz, de CrediPyme, recomienda:
Aprovechar los beneficios de capacitación que ofrece la Secretaría de Economía para manejar un negocio y ser sujetos de crédito. Dichas herramientas facilitarán la obtención de financiamiento en la banca.
Xavier Briseño, de Neve e Gelato, como PyME que usa financiamiento, sugiere:
Manejar el financiamiento con los mismos criterios de una tarjeta de crédito: sin endeudarse de más, pagar a tiempo, con responsabilidad.
Empezar con líneas pequeñas y, conforme se liquiden, ir escalando montos.
Los negocios que no tienen experiencia previa con créditos pueden manejar la de su dueño o socio principal, siempre que sea positiva.
Ir al corriente en el pago de impuestos.
Daniel Manríquez, de Compartamos, sugiere:
Las MiPyMEs deben contar con un Plan de Negocios, ya que en su caso las instituciones bancarias exigen garantías de que el proyecto a financiar es viable.
Con información de CONDUSEF
Karina Hernández Barrera