Para que una empresa funcione de manera óptima, es necesario contar con un verdadero líder que establezca y dirija los roles de cada persona en la organización. Esto sólo puede suceder cuando el individuo al mando conoce la diferencia entre Poder y Autoridad, lo cual sucede esporádicamente en las microempresas, generando relaciones perjudiciales entre los recursos humanos, que afectan la productividad.
Comúnmente, el liderazgo se asocia con la capacidad de forzar, coaccionar u obligar a alguien para hacer, quiera o no, la voluntad de otro, debido al poder que ostenta.
En otro polo se encuentra la autoridad, definida como el arte de conseguir que la gente haga lo que uno desea con base en el convencimiento, la influencia e inspiración personal. Por eso, para ejercer autoridad es necesario desarrollar ciertas habilidades y técnicas.
Con todo lo dicho, es posible afirmar que para llevar a cabo una eficiente dirección en cualquier empresa, es necesario cultivar un liderazgo basado totalmente a la autoridad y no en el poder, cuya peor consecuencia es la generación de un ambiente viciado, lleno de animadversión entre la fuerza laboral y los mandos directivos, afectando así el rendimiento de la compañía.
Para evitar un liderazgo nocivo, Margarita Chico, Directora General de Trabajando.com México, ofrece una lista con las características de ambos conceptos, para saber cómo diferenciarlos claramente:
PODER
• Nace de las ansias de tener más para ser más.
• Pertenece al orden de la privacidad individualista.
• Expresa la fuerza.
• Se arrebata por la fuerza.
• Se fortalece en el menosprecio y la exclusión.
• Se ejerce mediante la imposición que domina.
• Rechaza la diferencia.
• Opera desde la lógica del individualismo.
• Cohesiona por el miedo.
• Inspira temor y terror.
• Se impone.
• La praxis del poder es la intimidación, que nubla la conciencia y paraliza la proyectividad.
• El poder es voluntad de acción dominativa que, al margen de los intereses y el querer de la sociedad, se impone por la fuerza de quien decide actuar y dominar.
AUTORIDAD
• Nace de la voluntad de la comunidad que quiere ser regida por los mejores.
• Pertenece al orden de la relación que dice referencia a la persona.
• Expresa la trascendencia.
• Es conferida por la comunidad conocedora de los méritos personales.
• En la escucha y la empatía.
• Se ejerce mediante la palabra dialogal, generadora de consensos.
• Procura la convergencia en la diversidad.
• Opera desde la lógica del pluralismo y la complacencia.
• Unifica por el acuerdo.
• Inspira respeto y confianza.
• Se acepta.
• La praxis de la autoridad es el derecho, que respeta la libertad y promueve el crecimiento.
• La autoridad es ejercicio del poder delegado por la comunidad en aquellos que considera capaces de interpretar su voluntad y realizar lo que conviene para el bien común.
Karina Hernández Barrera
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