Empresas que cuentan con la asesoría de abogados fiscalistas o firmas contables reducen hasta en 93% los fraudes y robos corporativos dice Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista.
De acuerdo al experto, la auditoría forense interviene cuando se presupone algún delito, por lo que investiga, analiza e interpreta la información financiera de la que se tiene duda, al centrarse en excepciones, rarezas e irregularidades. Esto “disminuye las oportunidades de fraude empresarial y robo que en general tardan en detectarse 18 meses después de perpetrado el ilícito”, comenta Manrique.
Otras de las virtudes de esta auditoría es que combate el lavado de dinero y el financiamiento de operaciones ilícitas que aumentaron 60% en el último quinquenio y que en el 80% de los casos está implicado directamente uno o varios empleados de la compañía “y en estos ilícitos hay desde personas en áreas operativas a puestos gerenciales y directivos”, refiere el jurista.
Para el experto, el fraude corporativo es multifactorial. “Antiguamente se creía que el empleado que roba presenta el deseo de vivir más allá de sus posibilidades o medios económicos, pero también por deudas personales altas, el mantener una relación cercana a los clientes, incongruencia entre la compensación que recibe y sus responsabilidades, el ser un ludópata o jugador compulsivo y tener fuertes presiones familiares o de los compañeros de trabajo. Hoy la principal causa la encontramos en la falta de controles empresariales. Es decir, es verdad que la oportunidad hace al ladrón”.
Además de la falta de controles empresariales, las multitareas favorecen también el fraude empresarial y otros crímenes corporativos como blanqueo de capitales, robo hormiga o espionaje industrial.
La alteración de documentos, encubrimiento de ingresos y endeudamientos ficticios, son prácticas comunes que incrementan el riesgo de fraudes en las organizaciones. “También debemos observar la manipulación de contratos, apertura de cuentas de cheques sin autorización, asignación de bienes en comodato, adjudicaciones por medio de intermediarios y la corrupción de funcionarios y empleados”, advierte el Rector.
Así, la auditoría forense interviene cuando se presupone algún delito, por lo que investiga, analiza e interpreta la información financiera de la que se tiene duda, al centrarse en excepciones, rarezas e irregularidades.
“Los elementos de juicio y evidencia contable constituyen el peritaje contable, pues a través de su examen crítico y sistemático, el fiscalista podrá compatibilizar y evaluar evidencias del peritaje. A diferencia de la auditoría financiera, que sólo analiza errores y omisiones, la auditoría forense considera diversos factores, como la indagación de activos, situaciones de quiebra fraudulentas, análisis de reclamaciones de seguros y averiguaciones de conflictos de interés”, remarca Manrique.
El Abogado, finalmente, dijo que la prevención y detección de los fraudes empresariales es responsabilidad del sistema de administración de las compañías que “deben implementar mecanismos de contabilidad y control internos adecuados”.
Redacción
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Está perfecto que los empresarios cuenten con la asesoría de firmas legales especializadas en el ámbito corporativo. Sin embargo, creo que también deberían considerar velar por la salud de sus trabajadores, por ejemplo, en el caso de las fábricas, donde los accidentes ocurren. Sería bueno que integraran conceptos como negligencia médica a sus preocupaciones http://abogadosnegligenciamedica.com.mx/ de esta manera ellos podrán respaldarse y cuidar a su personal.