Se ha hablado tanto de los estragos que la pandemia ha generado en la industria mexicana, en la que incluso sigue siendo latente la incertidumbre en este 2021. Sin embargo, es importante destacar que trajo grandes aprendizajes, entre ellos propició que los tomadores de decisión dentro de las organizaciones, sacaran de la teoría todos los conocimientos adquiridos para finalmente ponerlos en práctica en el día a día, creando el camino necesario, más firme hacia la productividad y la competitividad que brinda la transformación digital.
Por un tiempo, sólo se hacía mención acerca de los beneficios que la Industria 4.0 traería al país. Hoy se ha convertido en una realidad pues la pandemia de COVID-19 obligó a las empresas a salir de su zona de confort, acelerando exponencialmente la adopción del cómputo en la nube, así como los proyectos Inteligencia Artificial y Machine Learning automático.
Para avanzar de manera efectiva hacia una industria más tecnológica, competitiva y productiva es vital considerar dos pilares principales: digitalización y planificación. Debemos ser conscientes que aquellos que se organicen e inviertan de manera estructurada tendrán más éxito en los negocios y también apoyarán el desarrollo del segmento en su conjunto.
En torno a la digitalización se debe primero transformar en realidad el discurso teórico. Si bien la pandemia vino acelerar este cambio, también es cierto que aún hay camino por recorrer. Para ello, es necesario incrementar los niveles de digitalización de todos los procesos de negocio, que todavía son muy bajos cerca al ideal y realizar una adecuada verificación de los datos relacionados con la operación.
En la industria mexicana, en el sector de alimentos, por ejemplo, la pandemia ha acelerado la necesidad de un mayor control del inventario y de la producción. Sin embargo, muchas empresas medianas y grandes aún no cuentan con soluciones avanzadas para esta labor y necesitan un sistema de gestión completo que recoja toda la información relevante y les ayude a controlar el negocio de forma integrada.
La carrera por acelerar los procesos manuales empezó a darse de forma paulatina en 2020 y seguirá creciendo en 2021. Aún se hacen muchas anotaciones en papel, así como envíos de innumerables correos electrónicos para atender el piso de la fábrica. Hoy, ya existen sistemas y plataformas, por ejemplo, para control y planificación de materiales, que conectadas pueden ser manejadas desde un dispositivo móvil, simplificando los procesos y con información para la toma de decisiones en tiempo real. Estas soluciones conectan a diferentes áreas de la empresa de forma automática, mejoran los tiempos de entrega, disminuyen las pérdidas y contribuyen a aumentar la productividad de los empleados y de la empresa.
La gran consideración aquí es la importancia de capacitar a los empleados, ya que es en vano que las empresas inviertan en las mejores tecnologías disponibles sin tener cuidado de habilitar a quienes realmente las operarán.
Otro factor importante impulsado por la pandemia, y al que se debe prestar más atención este año, es la planificación de la producción. Esto se debe a que es fundamental predecir la capacidad que tiene la industria para satisfacer la demanda del mercado y tener la visibilidad de los procesos dentro de la fábrica.
La industria mexicana está preparada, con profesionales calificados en todos los extremos del negocio. En EE.UU. y Europa, por ejemplo, la incorporación de tecnología en el proceso productivo es prácticamente una regla. México también debe avanzar en esta dirección, ya que la innovación, a largo plazo, inhibe los costos y las diferentes pérdidas, y aún aporta ganancias comprobadas de productividad para la industria.
El escenario actual, que ya viene de 2020, nos muestra que las relaciones de consumo han cambiado incluso los canales de venta. Será imposible adelantarse a la competencia sin una solución tecnológica que ofrezca el soporte necesario para simular escenarios, buscar traer la mayor previsibilidad posible a la cadena de suministro y adaptarse al aumento y cambio de la demanda.
Ante este escenario, los líderes y gerentes de TI que trabajan en la industria mexicana deben mirar de cerca sus sistemas si quieren tener éxito en 2021. En el caso de las pequeñas y medianas empresas, el camino pasa por la adopción de un ERP completo y confiable; mientras que para las grandes empresas la ruta va más allá y prevé avances hacia la Industria 4.0. En ambos casos, las plataformas deberán estar 100% en esquemas cloud, que garantizan confiablidad, alta disponibilidad y lo más importante, seguridad a la hora de transaccionar y almacenar la información estratégica del negocio.
Por Damián Malfatti, Director TOTVS Hub Norte
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