Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), el número de mexicanos que viven por debajo de la línea mínima de bienestar se incrementó en un millón de personas en los últimos dos años, hasta alcanzar 60.6 millones, hecho que alerta sobre la situación en la que prácticamente viven la mitad de los niños y adolescentes de nuestro país.
En nuestro país, no es solamente la pobreza uno de los principales problemas, sino también la desigualdad de oportunidades que principalmente afecta a sectores como niños, mujeres e indígenas, entre otros. Sin duda, la pobreza es un problema no solamente multisectorial, o sea que afecta a varios sectores transversales de la población, también es un problema y multifactorial y por lo tanto su solución también lo es.
La pobreza impacta de diferentes maneras, por lo tanto las políticas públicas, los programas e iniciativas que intentan contribuir a la lucha contra ella deben de ser planteados desde una perspectiva primeramente, no asistencial, sino con un enfoque inclusivo de desarrollo integral, que incluya intervenciones con componentes claros y efectivos de participación comunitaria, capacitación, fortalecimiento institucional, desarrollo productivo, etc, y con atención en áreas prioritarias como la salud y la educación. Y cada uno de a través de esquemas de alianzas estratégicas público privadas también con estas líneas intersectoriales.
La lucha contra la pobreza es una responsabilidad de todos los sectores, y en el caso de las empresas, las Pymes también pueden contribuir. Sin duda es identificada como una prioridad en planes gubernamentales, en áreas de responsabilidad social de las empresas y es la razón de ser de muchas organizaciones civiles en nuestro país. Como ciudadanos sensibles y comprometidos con estas causas, busquemos identificar instituciones que atiendan el problema de la pobreza bajo diferentes enfoques y comprometidas con problemáticas. Y podemos participar con programas de voluntariado, ayuda económica o en especie, por empezar. Sin embargo, hay comunidades que claramente necesitan ser atendidas bajo esquemas de desarrollo integral y así avanzando en darle valor al compromiso que todos tenemos con nuestro país.
Como mencionamos anteriormente, todos podemos colaborar con estas instituciones sociales a través de donativos económicos, en especie, de talento y promoviendo o difundiendo sus acciones, pero lo importante es que sean como sean nuestra intención y formas de colaborar, sea en la construcción de confianza que tanto se necesita para ir avanzando en fortalecer las prácticas de Responsabilidad Social y Sustentabilidad.
Mtra. Martha Elizalde Durán, Académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México. martha.elizalde@anahuac.mx | @martiselizalde
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