En el estado de Jalisco, la industria de la moda es una de las que cuenta con mayor proyección a futuro debido a que contribuye de manera importante al desarrollo de la economía en esta entidad.
Este sector cuenta con todas las oportunidades de consolidación y tiene la capacidad de crecer de manera sustentable a largo plazo, esto según información del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM).
No es una novedad que muchos productos mexicanos tengan más éxito y se consuman más en mercados extranjeros, como por ejemplo, muchas marcas de joyería jalisciense tienen mejores ventas en los Emiratos Árabes Unidos que en el país. Y no es el único caso, en los sectores clave para Jalisco como la industria del calzado y la marroquinería la situación es similar.
En este contexto, los empresarios del rubro deberían cuestionar la manera en la que se insertan en esta dinámica y si es que cumplen con las responsabilidades éticas, ambientales y de negocio.
Es por ello, que la Licenciatura de Diseño de Indumentaria y Moda del ITESO, ofrece un nuevo camino para la siguiente generación de diseñadores, con la promesa de aportar a la industria. “La moda desde nace está muriendo, por lo que hacemos la diferenciación con la indumentaria, pues ésta tiene que ver con el aspecto utilitario y funcional de las prendas o accesorios”, dice Dolores Cortés, Coordinadora de la carrera.
Generalmente el diseñador olvida la funcionalidad, como las tallas especiales, ropa de trabajo, ropa de seguridad o de confort. “Todas la prendas deben cubrir estas necesidades funcionales sin perder el sentido estético”, comenta la Coordinadora.
Se tiene la falsa idea de que el diseñador de modas es un divo que resuelve el diseño e ignora el proceso de producción y los costos de comercialización; esto deriva en explotación pues no hay una línea clara de producción.
Consciente de la situación actual de la industria, la especialista invita a los emprendedores a cuestionarse,“¿Qué tipo de producto debo hacer para que a ti – comerciante de la moda, armador, fabricante – te reditúe de manera justa, que sea satisfactorio para los clientes y además sea sustentable?”.
Por ejemplo, se debe dignificar a las personas que portan un uniforme, que además de tener el concepto de moda, se sientan bien y trabajen mejor, es decir, que por medio de una prenda se de el mensaje de que su trabajo es importante y debe ser respetado.
“Queremos enseñar el buen uso de las cuestiones funcionales, utilitarias, de comunicación y de moda en productos de la indumentaria”, señala Cortés.
Es importante mencionar, que durante la carrera, se les enseñará a los alumnos todo el proceso de la confección de las prendas, “un diseñador que no ha elaborado todo el proceso puede ser, además de ignorante, poco sensible al trabajo de los miles de obreros, realizadores de prendas y hasta quienes confeccionan las telas. No podemos quedarnos en el aparador”, concluye Dolores Cortés.
Redacción
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