El ISR del 32 por ciento llego,
mientras el empresario facturaba
ni la muerte lo salvo,
de semejante salvajada.
Videgaray ya hace muerto,
su alma tiene gravamen
en el infierno paga su impuesto,
Y nadie dijo por él amén.
A los inmobiliarios se los carga la huesuda,
al igual que a los dueños de mascotas
con un IVA a todos el SAT jodió prematura,
ni dejan para los refrescos o panacotas.
Las cámaras empresariales sólo lloraron,
porque ni las manos metieron
ante arremetida a sus divisas sollozaron,
cuando la rentabilidad perdieron.
El instituto de emprendedor quedó callado,
ante la muerte de tanto negocio
hoy sólo se recuerda cuando Jacob quedo varado,
el empresario espera redención y servicio.
Aspel a la muerte desespera,
a su vez que a PyMEs lleva tecnología
pero la flaca no perdona
y juntos llevan consultoría.
Alcázar franquicias en México impulsó,
Ahora en la cielo a San Pedro franquició
Aunque el programa de franquicias desapareció,
Feher la batalla también dio.
Pymempresario al emprendedor informó,
Adri, Ari, Karla, Map, Caro, Pepe, los yallas y los Espindolas le entraron
aún después de que el Fer felpó
más PyMEs nacieron.