El cumplimiento de estándares internacionales y la adopción de sistemas de calidad debe ser considerado como un agente de cambio dentro de toda organización y un factor indispensable en la consecución de negocios nacionales e internacionales.
De acuerdo con el Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica (COMPITE), México se ubica en la cuarta posición de América Latina respecto al número de empresas con certificado de calidad, después de Brasil, Argentina y Chile; a nivel mundial ocupa el lugar 30.
Industrias nacionales como la automotriz, con más de mil empresas establecidas en el país, y el sector alimentario con crecimientos per cápita de hasta el 11%, han sido pioneras al migrar su forma de operación bajo estándares de calidad tanto locales como internacionales, vislumbrando así que a través de mejores prácticas y estándares de operación similares es posible tener una mayor integración en las cadenas de producción.
“Identificamos un mayor número de empresas que operan bajo una perspectiva de calidad como un elemento clave para su estrategia del negocio, sin embargo, todavía existen áreas de oportunidad sobre la percepción que se tiene sobre los sistemas de calidad”, comentó Bernd Indlekofer, director general de TÜV Rheinland México.
Datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) indican que del 2000 al 2013 se certificaron en ISO 9001 más de 20 mil 700 empresas, es decir, menos de 1% del universo empresarial mexicano, de las cuales, una gran parte no mantiene vigentes dichos procesos.
Los beneficios que a grandes rasgos pueden obtener las organizaciones al operar bajo un sistema de gestión de calidad y certificarse bajo una norma internacional, son:
– Mejora de satisfacción al cliente
– Reducción de rechazos e incidencias en la producción o prestación de un servicio
– Aumento de la productividad
Bernd Indlekofer señala que, “toda organización debe saber que un sistema de gestión de calidad representa una inversión para mantener vigente a largo plazo, por lo que las compañías deben considerar que los costos de no implementar un sistema de calidad representan una proporción aproximada de entre 5% y 35% sobre sus ventas anuales”, y concluye, “sin duda, el reto que este año enfrentan las organizaciones mexicanas radica en hacer conciencia, dejar atrás la perspectiva de cumplimiento y adoptarlas como parte esencial de la diferenciación y valor agregado que brinda a sus clientes”.
TÜV Rheinland México, empresa que certifica, inspecciona y verifica instalaciones técnicas, seguridad de productos y sistemas de gestión; destaca un crecimiento de entre 15 y 20% para este 2014 y señala al país como un mercado con grandes posibilidades de expansión debido a las mejores prácticas que industrias como la automotriz, alimentaria y metalmecánica adoptan en sustentabilidad, seguridad y certificación de productos.
Redacción Pymempresarios
También podría interesarte