Roberto Quintero y Pepe Irigoyen guiaron su camino al éxito en la teoría del Océano Azul: en lugar de competir frontalmente contra los líderes del mercado, encuentra ese nicho o área en la que nadie ha entrado, de forma creativa. Aunque parece riesgoso, a los dueños de Cinemagic les funcionó: para el cierre del 2012 ya tenían salas de cine en comunidades pequeñas de varios estados de la República y atendieron a 1.49 millones de clientes en todo el país.
Aunque parecía atractiva, la idea de competir contra cadenas del tamaño de Cinepolis o Cinemex también sonaba disparatada. Era prácticamente imposible enfrentarse de frente a gigantes como esos, por lo que optaron por una estrategia diferente: atender las salas en comunidades pequeñas, equipadas con los mismos servicios que las de las grandes ciudades y a precios accesibles. Esto último parecía igual de disparatado, y aún así, funcionó.
Lo que los empresarios hicieron fue seguir la teoría del “Océano Azul”: se atrevieron a conquistar un mercado completamente desconocido, dejaron de competir contra los competidores visibles y crearon un valor único para dicho mercado. Así, llegaron a pequeños poblados donde los dueños de las grandes salas de cine no están interesados en entrar, pero no tan pequeños como para poner en riesgo la rentabilidad del negocio.
Por supuesto, al penetrar en un segmento poco conocido, hay un alto grado de riesgo: sin competencia, sin conocimiento profundo del mercado y sin experiencias anteriores es probable cometer más errores. Por ejemplo, al construir una de las salas, hace varios años, colocaron tres puertas de entrada, lo que hacía que el complejo luciera muy bien, pero implicaba tener a tres personas de seguridad recibiendo boletos y controlando a la industria.
Y para dar el verdadero brinco al éxito, los emprendedores no confiaron sólo en su instinto: se pusieron en manos de Endeavor, aceleradora de negocio que les dio las herramientas para lograr el crecimiento. Como ellos mismos afirman, este tipo de instituciones no te dan dinero: te proporcionan las herramientas para profesionalizar al negocio y lograr que el capital llegue por sí mismo.
Hoy en día, después de casi 12 años de aprendizajes, Cinemagic tiene objetivos de negocio bien definidos: estar en 226 poblaciones menores a 150 mil habitantes en nuestro país, obtener 5% de los ingresos de la venta de publicidad además de seguir llevando productos y servicios accesibles a sus clientes frecuentes.
El riesgo fue alto y seguir la estrategia no fue sencilla, pero en este momento los empresarios se encuentran satisfechos, y siguen trabajando para conseguir su bienestar propio, el de su familia y generar empleos a su alrededor.
Itzel Castellanos