Al inicio de la contingencia a causa del Covid–19, la actividad comercial mundial disminuyó la tasa de crecimiento mundial de 3.4 a 2.4 por ciento, y para México, el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 1.1 a 0.7 por ciento, de acuerdo con información del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hoy las cadenas de suministro de las grandes empresas trasnacionales se ven amenazadas por su dependencia de un sistema global. Ante este panorama, la industria logística se ha visto severamente afectada por el cierre de fronteras, aeropuertos, la incertidumbre y volatilidad en los mercados.
En este contexto, uno de los principales desafíos, se encuentra relacionado con la caída en los pedidos manufactureros internacionales, no por menor demanda, sino por falta de proveeduría, ya que Wuhan, ciudad china donde se originó el coronavirus, ocupa el cuarto lugar de los 15 centros de producción a escala global y provee a nueve de 17 cadenas de valor agregado.
El Índice de Confianza del Transporte y la Logística (ICTYL), identificó a la pandemia del Covid-19 como el principal factor de amenaza de las empresas logísticas, considerando que afectó el ritmo de la economía internacional y la debilidad de la demanda en la producción. En consecuencia, el 36% de las empresas registró impactos en las ventas, 20% el cierre de plantas, 18% la disminución de las cargas y en el mismo porcentaje la interrupción de las cadenas de suministro.
Ante los desafíos que enfrenta la industria global, Onest Logistics, empresa mexicana en servicios, recomienda que las organizaciones analicen sus procesos logísticos, así como la situación de sus proveedores críticos con el propósito de detectar amenazas dentro de cualquier eslabón de los procesos productivos para que no afecten su producción y puedan abastecer la demanda del mercado.
La firma también considera que la primera consecuencia de esta crisis será la búsqueda de sistemas para externalizar el riesgo y ganar flexibilidad para hacer frente a una crisis similar. De acuerdo con Onest Logistics, sus operaciones se han mantenido al 100%, asegurando el correcto abasto de productos de sus clientes a todo el mercado nacional. A fin de contribuir con la estabilidad económica de México, además de garantizar los empleos de su equipo de trabajo conformado por más de 3,000 especialistas.
“Durante esta crisis también hay aspectos destacables, por ejemplo, los servicios de almacenamiento, transporte y distribución vinculados a actividades comerciales online registran un crecimiento considerable y se prevé que esta tendencia continúe. Asimismo, detectamos un aumento en las operaciones e-commerce de algunos de nuestros clientes, el cual representa hasta 6 veces el tamaño de sus ventas y ocupa un porcentaje importante en sus ganancias”, explicó Rubén Imán, Director General de Onest Logistics.
Cabe destacar que Onest Logistics actualmente atiende alrededor de 1,000,000 de envíos al mes a toda la República Mexicana con un servicio confiable que garantiza la distribución casa por casa y más del 95% se entrega en máximo 24 hrs., consolidándose como los expertos en e-commerce con más de 30 centros de distribución, 392,000 m2 de capacidad instalada, 22,800,000 cajas embarcadas al mes, 392,000 códigos de inventarios, una amplia diversidad de herramientas tecnológicas, además de soluciones personalizadas y costos competitivos para satisfacer las necesidades de sus clientes.
“Desde el inicio de la pandemia se equipó y capacitó a todo el personal sobre las medidas de higiene para que nuestras acciones sean bajo las más estrictas normas de seguridad y proveer a nuestros clientes servicios estratégicos durante la contingencia como almacenaje temporal y permanente para cualquier tipo de producto; estrategia de promoción o redistribución de productos que se vieron afectados por las problemáticas del Covid-19; empaques y etiquetado; planeación de la demanda y desarrollo de sistemas inteligentes de información para la correcta toma de decisiones o para el seguimiento a todos los procesos productivos y logísticos, entre otros”, concluyó Rubén Imán.
De esta forma, la crisis actual deja un gran aprendizaje a la industria logística a nivel global y sentará las bases para replantear procesos, desarrollando un análisis de riesgos que le permita a las empresas de forma proactiva anticiparse en la aplicación de medidas preventivas. Mientras que la tecnología jugará un papel fundamental para fortalecer la cadena de suministro.
Redacción
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